Crítica de «Atrapados en lo profundo» de Claudio Fäh (2024)
Un grupo de turistas se dirige a pasar unas vacaciones paradisíacas para descansar. Sin embargo, sus planes se van a truncar cuando el avión tenga un accidente y caiga en el medio del océano. Los sobrevivientes deberán lidiar no solo con las consecuencias del choque sino también con la falta de aire, la entrada de agua y los tiburones que rondan por ahí.
Desde el inicio «Atrapados en lo profundo» se percibe como una película de bajo presupuesto. No contamos con un elenco de renombre que atraiga a las masas, sino con actores desconocidos pero que igual hacen bien su trabajo; y los efectos especiales están bien realizados, principalmente el relacionado con el accidente, aunque no deslumbran, como podríamos esperar de un film de este estilo, donde probablemente las formas pesen más que el contenido que se nos cuenta. Todo demuestra que es una pequeña cinta de catástrofe y terror.
La película nos propone un elenco coral, pero un poco acotado para este tipo de historias, donde sabemos que seguramente muchos no vayan a sobrevivir por el accidente, las condiciones bajo el mar y todos los peligros a los que están expuestos, por lo que se dificulta un poco más ir sacando personajes si desde el comienzo son pocos. Algunas muertes se resuelven de manera creativa, otras son más emotivas y otras no tienen mucha razón de ser. Tenemos algunas sorpresas y otras cuestiones más previsibles, aunque también nos terminan sacando al personaje más interesante de la trama.
Las historias personales de cada turista tampoco son del todo relevantes, sobre todo la de la protagonista, quien se presenta como la hija del futuro gobernador, pero no terminan explotando ese «beneficio» para conseguir algún tipo de ventaja por sobre el resto de los pasajeros o un trato especial; que la busquen por quién es. Otros nos cuentan detalles de su pasado, relacionados con la natación, pérdidas y vínculos más sentimentales, que no se aprovechan y hasta se olvidan de lo que contaron. Por ejemplo, la secuencia inicial es sobre la madre de la protagonista, que transita por algo similar a lo que ella va a vivir después, pero no vuelven siquiera a mencionar este episodio más adelante, haciéndonos dudar de por qué lo presentaron en primer lugar. La construcción chata de los personajes y todas estas cuestiones provocan que el espectador no empatice rápidamente con ellos ni se interese demasiado por lo que les pasa.
También tenemos algunas lagunas o fallas dentro de la trama principal. No se explica demasiado cómo llegó la ayuda en helicóptero, podemos sospechar que los pilotos lograron avisar antes de que se estrellaran contra el mar pero en un área tan espaciosa y abierta como ese océano no es muy creíble que den justo con el lugar del accidente.
El clima de suspenso está más o menos bien construido, con una locación acotada que genera opresión y algunos jumpscares para aumentar la tensión e intensidad que se vive adentro del avión, pero tampoco son tantos ni tan profundos. Deberían haber aprovechado más el terror o directamente se podría haber optado por hacer una historia mucho menos seria y más orientada al absurdo y al humor, mismo por el argumento que plantea.
En síntesis, «Atrapados en lo profundo» llamaba la atención por su premisa alocada pero su resultado deja mucho que desear. Puede ser algo entretenida y mantenernos en un clima de suspenso, pero todo se siente bastante superficial. Los efectos especiales son correctos pero no deslumbran en una historia de supervivencia donde deberían impactarnos; los personajes son chatos, sus subtramas no son interesantes y lo que se presenta en un principio no se utiliza más; y algunas decisiones disminuyen la credibilidad del relato. Un film que se estrella y que queda sepultado al fondo del mar.
Puntaje:
Tráiler:
Samantha Schuster