Crítica de «Battle Angel: La última guerrera» de Robert Rodriguez (2019)
Alita es complicada. El film se encarga de adentrar a la audiencia en un complejo y ambicioso mundo de ciencia ficción asiática, basado en el manga y anime Alita (o GUNNM), que espera unir al público general de Cameron con el nicho de audiencia amante del cine de género y el ya clásico japonés que sirve como material original. En esto resulta más que exitosa, se encarga de presentar sin problemas un impresionante mundo como para que cualquiera se vea sin obstáculos para adentrarse en la película. Además de esa simple pero tan difícil tarea, hay que decir que los fanáticos del género que ingresen a la sala aún sin mucho interés por el manga y anime se encontrarán con una producción de ciencia ficción distópica que verdaderamenten pone en vergüenza a muchos intentos baratos del género, y a la altura de lo que siempre se espera del genio inigualable de Cameron.
Lo primero que uno va a notar de «Battle Angel» son los dos grandes nombres en su poster. Y con razón, los nombres de James Cameron y Robert Rodriguez traen consigo mucho interés, al igual que ciertas expectativas. Seguramente lo segundo que uno note son esos tremendos ojos gigantes en la protagonista, que de inmediato sugieren un potencial para arruinar la inmersión en el mundo de la película pero que, como todo el film en general, terminará acomodándose con el correr de los minutos como una jugada arriesgada pero más que interesante.
La combinación de Cameron en el papel de productor y el de Rodriguez en la silla de director termina siendo tan entretenida como fue intrigante en un principio. Viendo el producto final, puede verse la influencia de ambos al igual que sus roles bien definidos. Rodriguez evidentemente fue parte integral de que las escenas de acción de esta película sean no solo lo mejor de la misma sino potencialmente un antes y un después en el género de las adaptaciones live-action de manga y anime. Mientras que la producción va de excelente a increíble en todo momento, con un universo increíblemente realizado que (como es usual con el director de «Titanic» y «Avatar») sube la vara de los efectos al servicio de una experiencia cinematográfica. Aunque no todas son completamente positivas. Por su parte, Rodriguez parece haber bajado un cambio en el nivel de personalidad e ingenio volátil que suelen tener los proyectos que dirige, que definitivamente dicen presente en las impresionantes escenas de acción pero brillan por su ausencia en largos tramos de la película. Mientras que Cameron también trae consigo su ingrediente predilecto que suele, para bien (cientos de millones de taquilla) o para mal (algunas que otras quejas), impregnar por completo sus películas: un romance tan potente como superficial.
Lo apurado y superficial de este romance está también en el centro de los problemas que van a tener que sufrir quienes se adentren en una película que realmente vale la pena de todos modos. Aunque el guion de Cameron no sufre solo de ese elemento individual, sino que más allá de los tórtolos hay una larga cantidad de detalles que verdaderamente tiran abajo todo el buen trabajo que se realiza en las otras áreas del film. Pero, afortunadamente, no terminan por cantar victoria. Hay que decirlo, además, que aunque el romance central suele estar mal llevado también resulta ser un centro positivo de la trama y que con algunos cambios podría haber resultado sin ningun problema en parte positiva de la película, como sin duda fue en las ya mencionadas «Titanic» y «Avatar».
También tiene un elenco que va más allá de los nombres, a pesar de que tenga varios de la talla de Christoph Waltz, Jennifer Connelly y Mahershala Ali («Moonlight», «True Detective» S3), entre otros. Este último, Ali, definitivamente temina siendo una de las presencias más potentes del film, mientras que Waltz consigue crear un personaje central que sirve para anclar gran parte de la historia al mismo tiempo que resulta una figura paterna conflictiva y completísima a la vez. Pero son varios de los actores de poco renombre o identidades escondidas en tanto CGI los que redondean un elenco que logró darle vida y personalidad a este tan ambicioso mundo. Los asesinos cyborg, los cazarecompensas cyborg, los genios y villanos detrás de una sociedad adicta al reemplazo de partes humanas con robóticas, todos y cada uno de ellos rebozan de personalidad en todo sentido. Esos son los detalles clave que Cameron y Rodriguez se aseguraron de que llenen de color a este gigantesco universo, una apuesta no tan arriesgada como tantas otras de este proyecto pero que sin duda será una de las que mayor impacto tenga a la hora de que sea una película que resuene con su audiencia predilecta.
«Battle Angel» trae consigo la garantía Cameron de superproducciónes live-action con un CGI de punta y mucho corazón. Además de demostrar que una adaptación fiel de animes de acción, no sólo está en la capacidad de los cineastas de turno, sino que puede ser tan espectacular como los ejemplos más excepcionales que esperan su momento para una adaptación a la altura.
Puntaje:
Tráiler:
Leandro Porcelli