Crítica de “Capitán América: El Soldado de Invierno” de Anthony y Joe Russo (2014)
En 2011 se estrenó la primera película de Capitán América, cuya secuela llegó a la pantalla tres años después, convirtiéndose en la novena cinta del Universo Cinematográfico de Marvel. “Capitán América: El Soldado de Invierno” se centra luego de los hechos ocurridos en “The Avengers” (2012), donde Steve Rogers intenta adaptarse al mundo moderno en Washington. Pero luego de que se produzca un ataque al Director de SHIELD, Nick Fury, el protagonista se unirá con Natasha Romanoff, alias la Viuda Negra, para combatir tanto a un enemigo interno como a uno muy difícil de vencer, el Soldado de Invierno.
“The Avengers” había dejado la vara muy alta para sus sucesoras, que no lograron cumplir completamente sus objetivos. “Iron Man 3” tuvo algunos traspiés en sus comienzos para después ofrecer finalmente un film entretenido, y “Thor 2” es uno de los largometrajes más flojos de la compañía hasta el momento. Es por eso que “Capitán América: El Soldado de Invierno” podía continuar en este camino u otorgar un producto mucho más efectivo, como terminó sucediendo.
En esta oportunidad obtenemos una historia con varios giros sorprendentes provenientes de distintas traiciones y de algunas revelaciones. Tanto los personajes como los espectadores no saben en quién confiar, quiénes están del lado de los buenos y quiénes de los malos. Pero sobre todo es interesante la nueva posición que toma Steve (Chris Evans), quien empieza a tener cuestionamientos morales sobre sus acciones y decisiones. Comenzó luchando por buenas razones y ahora la institución se encuentra comprometida, haciendo que las misiones estén corrompidas y él no sepa bien dónde está parado.
Asimismo, podemos destacar la labor que realizan con el resto de los personajes, principalmente con la Viuda Negra (Scarlett Johansson), quien cobra un mayor protagonismo en este film, convirtiéndose en la mano derecha de Capitán América. A este dúo se le suma la incorporación de Falcon (Anthony Mackie), un veterano de guerra que cumplía una misión especial y cuyas habilidades servirán para ayudar a estos miembros de SHIELD con su tarea. Lo mismo sucede con Nick Fury (Samuel L. Jackson), quien tiene una mayor aparición que en el resto de las películas de Marvel y cuyo rol significa el puntapié inicial del conflicto. También tenemos una presencia importante de otro personaje cuya identidad no podemos revelar porque sería perder la sorpresa de uno de los giros relevantes de la cinta, pero que significa un villano a la altura de los héroes. Es decir, que a diferencia de otras historias del MCU, en este caso el protagonista no debe sostener solo las acciones, sino que se apoya en un grupo preparado (permitiendo que cada uno se luzca en sus momentos), haciendo que la trama se vuelva más dinámica.
En cuanto al tono del film, mientras que “Capitán América: El primer Vengador” mezclaba el cine bélico con la acción, acá se vuelca a un thriller de espías. Siempre conserva el humor pero en su justa medida, no como en cintas anteriores de Marvel, donde la comicidad se encuentra en todo momento y no siempre de forma eficiente. No se utiliza tanto CGI y las peleas cuerpo a cuerpo son las que más se destacan dentro de las coreografías.
En síntesis, “Capitán América: El Soldado de Invierno” logra que las películas de Marvel vuelvan a estar a la altura de “Los Vengadores”, con una historia interesante, entretenida, y que propone una trama de espías y traiciones. Tiene un buen desarrollo de personajes, que no le quita el protagonismo a Chris Evans, pero que incorpora a varios papeles (algunos ya conocidos y otros no) para darles un lugar de importancia dentro del film. Buenas coreografías de pelea cuerpo a cuerpo y giros que mantendrán atentos a los espectadores.
Puntaje:
Tráiler:
Samantha Schuster