Crítica de «Crímenes de familia» de Sebastián Schindel (2020)

La nueva película de Sebastián Schindel («El Patrón: radiografía de un crimen», «El Hijo»), que se estrena hoy en Netflix, cuenta la historia de Alicia e Ignacio, un matrimonio de clase acomodada que vive en uno de los barrios más lujosos de la ciudad, junto a Gladys, su empleada doméstica, y su pequeño hijo al que crían como propio. Su vida dará un giro inesperado cuando su hijo Daniel es acusado de intento de asesinato. Harán todo lo posible para que no termine en prisión, mientras a su alrededor otro hecho complejo se está gestando.

«Crímenes de familia» nos presenta dos historias paralelas que se van entrelazando con el correr del metraje. Por un lado, nos centramos en Daniel y, por el otro, en Gladys. Poco a poco nos vamos enterando bien qué ocurrió con ambos personajes, a través de un relato no del todo lineal. Si bien en apariencia son dos hechos bastante similares que se relacionan con la Justicia, la película busca adentrarse en la diferencia entre las clases sociales para realizar una crítica a las instituciones y sus manejos, y dejar en evidencia cómo los recursos pueden cambiar el rumbo de una vida. Además, se abordan otras temáticas interesantes y necesarias como la violencia de género, el consumo de drogas y el rol de la mujer como madre.

La forma en la que se construye la trama genera misterio y suspenso, otorgándole mayor intensidad a medida que avanza. Esta mezcla entre drama familiar y suspenso ya había sido previamente abordada en el film anterior del director, demostrando una solidez a la hora de ejecutar el clima deseado.

Otro de los puntos a destacar es la interpretación del elenco, con personalidades argentinas destacadas, como Cecilia Roth, Miguel Ángel Solá, Yanina Ávila, Sofía Gala Castiglione y Benjamín Amadeo, y con una pequeña pero lograda participación de Paola Barrientos. Todos se encuentran muy creíbles en su papel. Roth y Solá componen a un matrimonio de años, con pensamientos diversos sobre el grado de inocencia/culpabilidad de su hijo y los pasos a seguir. Por su parte, Ávila, se pone en la piel de una empleada doméstica que no termina de comprender del todo la situación por la que está transitando. En cuanto a Gala Castiglione y Amadeo, no existe una posición clara sobre quién de los dos dice la verdad hasta el final: ella alega que sufre los malos tratos por parte de su ex marido, mientras que él es víctima de sus adiciones y reclama también destrato por parte de ella.

A pesar de su buen desarrollo, su desenlace se torna predecible por como se vienen desatando los distintos hechos y a partir de entonces se da un giro muy pronunciado en el comportamiento de los personajes, principalmente en la protagonista, algo que se siente un poco artificial y brusco. Si bien no termina de empañar lo logrado anteriormente, nos deja con un sabor algo amargo.

En síntesis, «Crímenes de familia» es un intenso film, que consigue otorgarnos un drama familiar mezclado con suspenso que nos genera intriga a partir de la forma en la que se construye el relato y de las interpretaciones de un buen elenco. A pesar de su atinada crítica social, su resolución se vuelve predecible y su desenlace se siente algo brusco e inverosímil.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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