Crítica de «Fear Street Part One: 1994» de Leigh Janiak (2021)
Netflix estrena en el día de hoy la primera parte de una trilogía de películas de terror, que está basada en una serie de libros de R.L. Stine, el reconocido escritor de novelas para adolescentes responsable, entre otras cosas, de «Escalofríos» («Goosebumps»), que ya fue adaptada en distintos formatos audiovisuales.
Este ambicioso proyecto, en el cual estrenarán un film por semana durante los próximos tres viernes, además representa uno de los primeros pasos en el terreno cinematográfico de Leigh Janiak (su film anterior titulado «Honeymoon» de 2014 fue su ópera prima), que viene de dirigir algunos episodios en varias series como «Panic» y «Scream». El dato de que haya dirigido un capítulo de «Scream» resulta peculiar, ya que la trilogía y, en especial esta primera entrega, tiene muchos homenajes al slasher y en particular a la película de Wes Craven de 1996.
El largometraje se sitúa en la década del ’90 en una pequeña ciudad norteamericana llamada Shadyside donde varios hechos escalofriantes fueron acechando a sus ciudadanos a lo largo de varias décadas. Un grupo de adolescentes nota ciertas conexiones entre estos sangrientos sucesos y de esta forma comienzan a investigar la forma de resolver o romper la maldición que rodea a este poblado de Ohio.
La historia que se desarrolla como una película de terror para un público adolescente recuerda bastante a los slashers de los ‘80/’90, entre los que se homenajea a varios exponentes de esa época como la mencionada «Scream», «Friday the 13th», «I Know What You Did Last Summer», entre varias otras, y también tratando de emular parte de la estética y la dinámica de personajes de «Stranger Things», otro de los grandes éxitos de la compañía de la N roja.
Justamente esta es una de las cuestiones que le juega tanto a favor como en contra a la película porque emula y homenajea a producciones más logradas, siguiendo las fórmulas del género al pie de la letra y desenvolviéndose en un terreno conocido y seguro. Sin embargo, la obra representa un entretenimiento bastante logrado que sorprenderá al público juvenil y que incluso puede llegar a despertar la curiosidad del mismo, y llevarlo a descubrir los relatos festejados.
Por otro lado, la banda sonora y el diseño de producción de la época reflejan a la perfección la década representada, siendo una parte vital para describir la esencia de esta película y las otras con las que dialoga. «Fear Street Part One: 1994» resulta ser un film más que digno para disfrutar en estos tiempos pandémicos, a pesar de abusar un poco de la sobreexposición de información por medio de los diálogos. Una propuesta de fin de semana que no escatima en sangre y crudeza a pesar de apuntar a un público más joven, que aglutina esos elementos del slasher con el terror sobrenatural y el policial para llevar una mixtura extrañamente atractiva, entretenida e interesante.
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Tráiler:
Martín Goniondzki