Crítica de «Great Freedom» de Sebastian Meise (2022)

Después de su ópera prima «Still Life» (2011) y el documental «Outing» (2012), el realizador y guionista austríaco Sebastian Maise vuelve al ruedo con «Great Freedom», un drama romántico tan sentido como crítico.

La película se centra en Hans a lo largo de tres líneas temporales, 1945, 1957 y 1969, en las cuales se retrata la llegada a la prisión a causa de la represión a la que fueron sometidas las personas homosexuales en la Alemania de la posguerra. Allí conocerá a Viktor, un hombre rudo, condenado por asesinato, que no lo mira con buenos ojos, pero que a lo largo del tiempo y con las distintas idas y vueltas de Hans comienzan a desarrollar un vínculo poderoso.

«Great Freedom» logra retratar tres épocas diferentes desde el tema puntual de la condena a la homosexualidad y cómo fue variando la opinión y la mirada de los demás. La película se ubica únicamente dentro de la prisión, por lo que todo lo que nos enteramos sobre la evolución o el rechazo social es a través de conversaciones o información externa, como revistas. También aprovecha para realizar una crítica a los tratos en la prisión y ahondar en conceptos universales como la libertad, la discriminación, las injusticias, el amor y la soledad.

El film consigue plasmar de manera muy natural el paso del tiempo, siempre con un mismo patrón. A pesar de no aclarar constantemente de qué año se trata podemos identificarlo de forma muy simple, a partir de cambios de peinado/uso de bigote. El espectador no se siente perdido en ningún momento, sino que todo fluye.

Por otro lado, está muy bien construido el vínculo entre ambos protagonistas. Hans, interpretado por el reconocido actor alemán Franz Rogowski («Victoria», «Transit»), se destaca como siempre a la hora de crear un personaje con aire nostálgico y triste, pero que a pesar de los obstáculos y las consecuencias nunca deja de ocultar su identidad y busca la forma de ser feliz. Lo acompaña de buena manera el austríaco Georg Friedrich, un hombre mucho más tosco, cerrado y determinado. Su relación se va desarrollando poco a poco, de manera pausada, pero lo que se logra es algo real, sentido y un apoyo fundamental para el encierro.

La ambientación de la cárcel nos ofrece ese clima opresivo necesario para llevar a los personajes hacia sus límites físicos y mentales, donde todo es estático y el tiempo está detenido pero una palabra mal dicha o una pelea pueden cambiarlo todo.

En síntesis, Sebastian Meise nos ofrece un relato intimista y sensible sobre un hombre que busca la libertad a partir de la aceptación de los demás. «Great Freedom» es un retrato de la Alemania de posguerra y cómo fue cambiando la sociedad, desde una mirada particular. Un gran trabajo de los protagonistas, como también de la construcción de un vínculo genuino, necesario y emotivo.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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