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Crítica de «Metal Lords» de Peter Sollett (2022)

Hunter (Adrian Greensmith) y Kevin (Jaeden Martell) son dos adolescentes marginados que están transitando la secundaria. Sin mucho más que su amistad y su pasión por la música heavy metal, crean una banda conformada por una guitarra y una batería. Para participar de la Batalla de las Bandas en la escuela y así obtener el reconocimiento de sus compañeros, necesitan sumar a un miembro más, pero Hunter se niega a hacerlo, a pesar de que Kevin encuentra a la persona perfecta: la chelista Emily (Isis Hainsworth), quien tiene que lidiar con sus problemas de ira. El camino hacia el éxito no será fácil y deberán superar varias barreras propias y ajenas.

«Metal Lords» es un coming of age ameno y divertido que se puede ver en Netflix, que a pesar de centrarse en un género musical potente y anárquico, nos ofrece frescura y ternura gracias a la composición de los personajes principales y las situaciones que tienen que atravesar. 

Nos encontramos con dos personalidades totalmente opuestas pero que conservan una amistad de años, que muchas veces consiguen chocar en sus deseos, formas de accionar y objetivos. Mientras que Hunter siente una pasión por el heavy metal, Kevin lo acompaña sin mucha voluntad, aunque luego sea quien más énfasis le ponga a las prácticas. Las diferencias entre ambos provocan momentos graciosos e hilarantes. Pero también la película propone ahondar en temas más serios como las enfermedades mentales, el bullying, la necesidad de pertenecer o el aceptar las diferencias de uno mismo, volviéndola más reflexiva, emotiva y tierna, sobre todo mediante el apoyo mutuo de los protagonistas.

Jaeden Martell («IT», «Defending Jacob») y Adrian Greensmith hacen un buen trabajo para ponerse en la piel de estos adolescentes. Transmiten una linda amistad y un gran acompañamiento, y sacan a relucir las cuestiones importantes de la vida.

El film no deja de transitar algunos lugares comunes, típicos de las historias enmarcadas en el coming of age, las buddy movies o incluso las que se centran en la conformación de una banda, donde no estaremos ajenos a los obstáculos, las discusiones y reconciliaciones. Sin embargo, esto no termina de empañar el resultado final de la cinta.

Sin dudas la música cumple un rol muy importante dentro del film, convirtiéndose en protagonista en varios momentos. Obviamente la misma estará marcada por el género particular elegido, con temas de Iron Maiden, Judas Priest, Black Sabbath, Metallica, entre otros. E incluso nos encontramos con algunos atinados cameos, algo que los fanáticos del metal sabrán apreciar.

En síntesis, «Metal Lords» es una de esas feel good movies que a lo largo de su hora y media te hace divertir y reflexionar por igual. A pesar de caer en algunos lugares comunes propios del género, nos ofrece personajes entrañables, buena música y mucha actitud y ternura.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

 

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