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Crítica de «Inmaculada» de Michael Mohan (2024)

Hace tiempo que el género de terror se viene nutriendo de la religión como tema principal para construir sus historias: exorcismos, entidades que ingresan a cuerpos humanos o establecimientos para convulsionar la vida de sus dueños y autoridades religiosas que se embarcan en la misión de atrapar o ahuyentar a estos seres en el nombre de Dios. Su resultado depende en mayor o menor medida de la inventiva del guionista y/o director para traernos películas novedosas sin caer en lugares comunes ni tramas ya vistas.

«Inmaculada» es una cinta que va por este camino, tratando de mezclar lo sobrenatural y religioso con temas más actuales y terrenales. Está dirigida por Michael Mohan («Everythings Sucks!», «Los voyeristas») y protagonizada por dos estrellas en ascenso, Sydney Sweeney, que además de «Euphoria», serie que la consagró, viene de realizar varios proyectos consecutivos que la pusieron bajo el reflector («Con todos menos contigo», «Madame Web») y el español Álvaro Morte, más conocido por su icónico rol de El Profesor en «La casa de papel».

El film se centra en Cecilia (Sydney Sweeney), una joven devota que viaja desde Estados Unidos hacia Italia para iniciarse como novicia en un ilustre convento, donde el Padre Sal Tedeschi (Álvaro Morte) la recibe con una cálida bienvenida. Sin embargo, poco a poco Cecilia va a descubrir que su nuevo hogar esconde oscuros y siniestros secretos que van a cambiar su vida para siempre.

«Inmaculada» va avanzando de a poco para construir un clima completamente inquietante y perturbador, que se logra no solo a través de algunos jumpscares y escenas más violentas, sino sobre todo por los temas que presenta para generar críticas y debates. Sin entrar en demasiados detalles para no adelantar nada de la historia, la película se mete en un territorio bastante actual y moderno para ahondar sobre el rol de la religión y la Iglesia, la necesidad de sostener a los fieles a través de la fe y los milagros, como también sobre cuestiones más personales y humanas, como la maternidad, el aborto, la creencia, entre otros asuntos. Su giro narrativo principal es bastante sorprendente y efectivo, generando un impacto en el público.

En su contra tal vez nos encontramos con un escaso desarrollo de los personajes principales. Salvo el de Cecilia, que tenemos un poco más de información de su pasado e historia personal, al resto de los involucrados no los conocemos demasiado, sino que solamente sirven al propósito central de la trama, son los antagonistas o quienes acompañan a la protagonista en su misión. De todas maneras, el elenco hace un buen trabajo para interpretar a sus personajes, sobre todo Sydney Sweeney, poniéndose en el rol de una monja completamente inocente, comprometida con la causa y dispuesta a todo por la fe hasta que se da cuenta que no está en el lugar que imaginaba.

Si bien «Inmaculada» no se aleja completamente de ciertos convencionalismos del género de terror que toma a la religión como tema principal para contar una historia, la película logra entrar en un terreno bastante moderno y actual para realizar algunas críticas a las instituciones y a los fanáticos que toman la fe para alcanzar sus propios propósitos. Un buen trabajo de su elenco y un clima que consigue generar tensión y suspenso terminan de delinear esta más que aceptable propuesta.

Puntaje:

   

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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