Crítica de «Kajillionaire» de Miranda July (2020)

«Kajillionaire» se centra en la familia Dayne, un clan bastante peculiar que recurre a cualquier tipo de estafa para poder conseguir un poco de dinero y continuar sobreviviendo: robar el correo ajeno, cambiar cupones de regalo o devolver objetos esperando algún tipo de recompensa. En una de sus rutinas conocen a Melanie, a quien la invitarán a sumarse a sus costumbres, pero que, aunque no lo sepan, terminará modificando la apacible dinámica familiar.

Podríamos decir que la nueva película de Miranda July es como una mezcla entre la película japonesa «Shoplifters» de Hirokazu Kore-eda y la coreana «Parasite» de Bong Joon-ho, donde una familia busca la manera de sobrevivir a través de estafas menores tan particulares como llamativas, pero con una historia adaptada a la sociedad norteamericana y que cambia la forma en la que sus integrantes se relacionan.

La misma nos presenta a estos personajes excéntricos enmarcados en extrañas situaciones, donde se exacerban sus peculiaridades no solo para hacernos reír en varias ocasiones sino también para evidenciar los problemas emocionales que acarrean. Es así como el film nos hace reflexionar sobre las relaciones familiares, el afecto, la intimidad, la conexión sentimental, la soledad, la supervivencia y el modo de vida al que estamos acostumbrados, que tal vez no nos deja ver que existen otras maneras de comportarse más allá de nuestra propia burbuja.

El elenco realiza un muy buen trabajo para retratar a estos personajes, principalmente Evan Rachel Wood, que le pone la voz y el cuerpo a la hija, Old Dolio, una persona retraída, con una personalidad cuasi robótica  (incluso llevada más al extremo que en su papel en «Westworld» donde realmente interpretaba a una maquinaria) que solo sabe hacer bien su trabajo y está acostumbrada a una vida particular pero que carece de afecto y, más allá de expresarlo, necesita algún tipo de conexión. Los culpables de su crianza y su forma de ser son sus padres Robert y Teresa, encarnados por Richard Jenkins y Debra Winger, que logran transmitir esa falta de cariño y desapego y que solo se preocupan por el dinero, manipulando incluso a su hija para que haga el trabajo más sucio. Melanie, por su parte, está interpretada por Gina Rodríguez, quien se muestra muy natural, más sensible y con los pies sobre la tierra, que vendrá a mostrar que hay vida más allá de ese mundo.

Por otro lado, existen ciertos recursos más metafóricos o poéticos que vienen a acompañar la transición de Old Dolio de ese viejo mundo conocido hacia una conexión más tangible, y que le otorgan a la película una sutileza particular que demuestra que todo está en los detalles.

En síntesis, «Kajillionaire» es una película intimista y profunda, que nos presenta una serie de personajes extravagantes en situaciones extrañas y peculiares no solo para brindarnos momentos de humor sino para recurrir más a un tono emotivo y genuino y hacernos reflexionar sobre la familia y las conexiones emocionales.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *