Crítica de «La Separación» de Asghar Farhadi (2011)

Si se me permite la comparación futbolera, Asghar Farhadi es de esos jugadores de toda la cancha, que te hacen ganar un mundial, o en el ámbito cinematográfico, múltiples premios, entre ellos dos Oscars a la Mejor Película Extranjera. El Oscar más reciente obtenido por el realizador iraní, fue por la película «The Salesman» (2017), y su primer galardón de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood es el del siguiente film que aquí nos convoca.

«La Separación» es de aquellos largometrajes sumamente complejos y humanos, donde hay distintas temáticas a tratar y donde los intérpretes son pieza clave para que podamos sentir empatía con lo que se nos narra. La cinta cuenta la historia de Nader (Peyman Moaadi) y Simin (Leila Hatami), un matrimonio iraní con una hija, que se encuentran atravesando un período sumamente complicado a nivel personal y afectivo. Simin quiere abandonar Irán en busca de una vida mejor, pero Nader desea quedarse para cuidar a su padre, que tiene Alzheimer. Ella le pide el divorcio y se muda a vivir con sus progenitores. Nader no tiene más remedio que contratar a una mujer que cuide a su papá durante la jornada laboral. Una negligencia de la asistenta provoca un conflicto de grandes dimensiones que cambiará sus vidas para siempre.

El relato es sumamente inteligente, reflexivo, intensamente demandante y atrapante. Farhadi se mete de lleno en el terreno social para brindarnos un film que busca indagar en la naturaleza del ser humano, en los vínculos familiares, la búsqueda de conciliación, la verdad y la farsa. Una obra mucho más compleja de lo que aparenta, que mezcla el drama familiar con el drama legal, donde los protagonistas tratarán de resolver sus cuestiones por medio de la justicia iraní. Ninguna de las partes involucradas medirá las consecuencias, ni pensará en qué es lo que su pequeña hija quiere.

El guion, escrito por el mismo Farhadi, resulta ser un sólido ejercicio que trata temáticas universales como el divorcio pero en el seno del sistema político y jurídico iraní, haciendo que ese trasfondo cobre fuerza por temas inherentes a la idiosincrasia del país de medio oriente. El juez cree que el divorcio de la pareja protagónica carece de motivos necesarios para separarse, y luego será la misma entidad la que crea que un aborto accidental puede ser considerado asesinato, llevando a Nader a luchar para no afrontar una condena de 1 a 3 años de prisión por homicidio.

«La Separación» es un film cautivador e intrigante, del cual el espectador no podrá despegar su mirada. Y es que no solo hay un magnetismo visual que trae aparejado el elenco magistral que encabeza esta historia, sino que también el director establece un ritmo impactante y un manejo del suspenso/tensión encantador, que nos tendrá al borde de la butaca para ver cómo se desenvuelve este profundo y sincero drama familiar.

Otra atractiva temática representada en el opus de Farhadi tiene que ver con el contraste entre la modernidad y la religión o las costumbres y tradiciones iraníes, que al igual que muchas sociedades de medio oriente contraponen el movimiento conservador religioso con la globalización y las tendencias contemporáneas.

En síntesis, «La Separación» compone una conmovedora propuesta cinematográfica que dejará deliberando al espectador respecto a diversas temáticas. Algo que solo el buen cine consigue y que acá se ve reflejado con una absoluta sensibilidad mediante una inspirada dirección de Asghar Farhadi y un tremendo trabajo interpretativo por parte de todo el elenco.

Puntaje:

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *