CINE

Crítica de «Los Tonos Mayores» de Ingrid Pokropek (2023)

Luego de presentar «Los Tonos Mayores» en el 38º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Ingrid Pokropek llega con su ópera prima a las salas comerciales. La misma compone un coming of age bastante elocuente que a partir de una premisa de tintes fantásticos logra indagar sobre los principales problemas de la adolescencia, la amistad, la pérdida de seres queridos y también (por qué no) homenajear a la Ciudad de Buenos Aires.

Ana (Sofía Clausen) es una niña de 14 años que tras un accidente le deben colocar una prótesis metálica en el brazo. A partir de este hecho, descubre que dicha prótesis produce como si fueran unos latidos, producto de una frecuencia que parece recibir el metal. Con su mejor amiga y otras amistades que hará en el camino, advierte que los latidos parecen esconder una especie de código encriptado. Primero pensará que tiene propiedades musicales y luego interpretará que puede ser código morse. Las señales se van produciendo todos los días pero nunca se repiten. Ana buscará descifrar qué quiere decir todo esto que parece producir su propio cuerpo.

La película toma un punto de partida similar al de «Under the Silver Lake» (2018) donde el protagonista también comienza a buscar mensajes escondidos en su vida cotidiana, pensando que alguien le quiere decir algo, aunque en lugar de ir hacia un costado oscuro y paranoide aquí busca un camino luminoso, el cual intenta darle algo de sentido a crecer y desarrollarse como adolescente.

Pokropek mantiene la atención del espectador mediante un relato atrapante que nos propone un continuo deambular por la Ciudad de Buenos Aires. Allí, Ana busca comprender el accionar de su mejor amiga que besa al chico que le gusta, a su padre que parece volver a salir después de la muerte de su madre y a su propio cuerpo que parece enviarle señales que anhela con darles sentido.

Clausen, con apenas 12 años al momento del rodaje, es la protagonista indiscutida de esta historia, logrando dotar de emoción a esta sólida ópera prima.

«Los Tonos Mayores» es una película luminosa que pone en el centro a la adolescencia como período de confusión y autodescubrimiento. Mención especial a la banda sonora que resulta lograda y funcional. En síntesis, estamos ante un relato pequeño y bien estructurado que sorprende por su honestidad y su solvencia narrativa.

Puntaje:


 
 
 
Tráiler:

Martín Goniondzki

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