Crítica de «El Aroma del Pasto Recién Cortado» de Celina Murga (2024)
No cuesta demasiado ver las cualidades que hacen que el cine de Celina Murga, y en particular esta película, ofrezcan un atractivo para la mirada extranjera. El ritmo y la energía de sus filmes siempre tiene esa cualidad familiar para los espectadores de festivales de cine internacionales pero además pueden encontrar narrativas centradas, en mayor o menor medida, en aspectos estrictamente autóctonos que siempre resultan atractivos para países ajenos. En el caso de «El aroma del pasto recién cortado», el mostrarnos dos parejas que se encuentran pasando por una etapa similar en el contexto de la Facultad de Agronomía puede pasar algo desapercibido para los locales pero le ofrece una faceta más de interés a ojos como los de su productor Martin Scorsese, siempre atento a colaborar con producciones internacionales (especialmente lideradas por mujeres) que le ofrecen una mirada ajena a la suya.
Este es un relato paralelo de dos docentes, Pablo y Natalia, que empiezan a verse con alumnos a las espaldas de sus correspondientes parejas. Ambos padre de dos hijos y madre de dos hijas correspondientemente, casi que no van a cruzar caminos durante la trama pero ese protagonismo compartido va a esclarecer no solo desde el contraste sino desde lo común de sus grandes diferencias de cómo la misma experiencia repercute en un hombre y una mujer enfrentados al mismo tiempo a la crisis universal de la insatisfacción.
La narrativa va a llevarnos por las dificultades y los relativos encantos que ambos encuentran en este nuevo aspecto que le agrega algo nuevo a sus vidas. Hay dos temas muy grandes que el relato toca casi por obligación: el tema de la edad al empezar a verse con personas de la mitad de su edad, y las diferencias que el género de los protagonistas tiene en la experiencia o en sus consecuencias. Ambas son exploradas de forma superficial, aunque la segunda en particular con momentos casi que aislados. Hay un acierto muy grande en el tratamiento del guión que se resistan a ofrecer únicamente contrastes entre las dos experiencias de sus protagonistas, aunque eso lamentablemente haga que esas lagunas narrativas que suele tener este cine introspectivo acá agüen la experiencia por duplicado. Es difícil lograr el equilibrio entre la claridad narrativa y la exploración temática de este tipo de cine, y a pesar de ofrecer momentos relativamente interesantes, esta película lo logra en raras ocasiones.
Las actuaciones van desde afortunadamente decentes a solo levemente irritantes, aunque cabe destacar lo que parece haber sido una buena y amena dirección hacia la parte infantil del elenco. También muestran buenas actuaciones las correspondientes medias naranjas, Alfonso Tort y Romina Peluffo, que con reducidos minutos en pantalla evocan situaciones internas tanto o incluso más cautivantes que el dúo protagónico. Acá es donde entraría una buena labor de guion que debería hacer que los minutos de desarrollo de personajes tengan un impacto positivo. La idea inicial de que la Facultad de Agronomía sirva como contexto de los intentos de trasplantarse a nuevas dinámicas sería interesante si el 90% del guion no lo ignorara completamente, o si la consecuencia de que los amoríos son entre docentes y alumnos fuesen exploradas debido al juego de autoridades que ofrecen en lugar de aprovechado únicamente para iniciar la artificial cadena de consecuencias de un segundo al otro en la segunda mitad.
«El aroma del pasto recién cortado» es una experiencia disfrutable por momentos, pero que no ofrece lo suficiente como para que las ocasiones en las que brinda algo diferente capturen de manera efectiva la atención o imaginación del espectador. Un relato con cosas destacables en retrospectiva pero cuyo desarrollo no eleva esos puntos uniéndolos en una narrativa que logre evocar en conjunto. A mitad de camino entre ser una oda a los cambios necesarios de dinámicas ya agotadas y ser una oda a la infidelidad, con intérpretes que no colaboran junto a un guion que sostiene únicamente algunas escenas individuales.
Puntaje:
Leandro Porcelli