CINE

Crítica de «Mi amigo el pingüino» de David Schurmann (2024)

Basada en una historia real, «Mi Amigo el Pingüino» se inscribe en ese subgénero de películas ATP para ver en familia que fueron moneda corriente en el pasado y que ya no son tan comunes en la actualidad.

La propuesta del brasilero David Schurmann no tiene nada novedoso ni especial, pero sí logra ponerle corazón a un relato que, más allá de navegar un terreno conocido, consigue resaltar por su asombrosa historia de base. El largometraje se centra en Joao (interpretado por Jean Reno, misteriosa decisión la de poner a un actor francés a personificar a un brasilero en una película hablada en inglés), un pescador que vive en una isla remota de Brasil, junto a su esposa (Adriana Barraza) y su pequeño hijo. El ámbito familiar se ve sacudido por una tragedia y Joao se vuelve un ermitaño que parece crear distancia con su esposa. Un día las cosas tomarán un rumbo más esperanzador cuando un pingüino, DinDim, cubierto de petróleo y perdiendo su rumbo emigratorio desde la Patagonia, termina siendo rescatado por el austero pescador. Joao y el animal terminan entablando una especie de vinculo que se prolonga a lo largo del tiempo con este último, yendo a visitarlo a la isla brasilera todos los años para la misma época.

Como bien se puede percibir en su sinopsis, la película es uno de esos dramas familiares donde un animal viene a alterar la rutina del o los protagonistas buscando sacarlos de su letargo, salir delante de un acontecimiento trágico o de un mal momento que estén atravesando. Películas de este estilo hay infinidad, ya sean que estén volcadas a la comedia, a la aventura o al drama, para ejemplificar podemos mencionar «Flipper» (1996), «Liberen a Willy» (1993) o para ir a un caso mucho más cercano en el tiempo «Arthur» (2024) que se estrenó hace unos meses y que también está basada en hechos reales.

El relato que llega esta semana a los cines puede que esté demasiado cuidado y sepa exactamente qué notas tocar (incluso al borde de la manipulación emocional), pero justamente eso lo hace efectivo y entretenido a pesar de que tome algunas decisiones irrisorias que la terminan perjudicando (como lo que decíamos anteriormente de que no se usen actores brasileros o latinos para componer a la pareja protagónica o que los intérpretes argentinos que aparecen, Nicolás Francella, Alexia Moyano y Rocío Hernández, hablen en inglés cuando están componiendo a investigadores argentinos). Aún así, el compromiso de Reno como el protagonista, el clásico mensaje ecologista y la moraleja sobre el respeto a la naturaleza terminan haciendo que el film funcione más allá de sus falencias.

«Mi Amigo el Pingüino» es una propuesta sin pretensiones que puede atraer tanto a grandes como a chicos por su costado emotivo y por ciertas secuencias divertidas que se establecen con el animal del título, aun cuando se sienta que ya hemos visto varias películas similares en trama y ejecución.

Puntaje:


 
 
 
Tráiler:

Martín Goniondzki

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