Crítica de “Misterio a Bordo” de Kyle Newacheck (2019)

Netflix, queriendo cubrir de contenido propio todos los géneros, lanza otra comedia con Adam Sandler, juntándolo nuevamente con Jennifer Aniston, con quien compartió pantalla en “Una Esposa de Mentira” allá por el 2011. El film, de índole policiaco, significa el primero de un nuevo contrato de cuatro películas que Sandler convino con el servicio de streaming después del acuerdo de producción que firmaron en 2014 que llevó a la realización de los anteriores largometrajes en conjunto que, aunque han sido cada vez más lamentables, han entretenido al público general. ¿Será ese el caso de “Misterio a Bordo”?

El policía neoyorquino Nick Spitz (Sandler), después de quince años de casado, decide finalmente llevar de luna de miel por Europa a su esposa Audrey (Aniston) en su aniversario. Sin embargo, lo que suena como unas lindas vacaciones se convierte inevitablemente en una aventura policial cuando presencian un misterioso asesinato del que todos parecen culpables, pero son ellos los principales sospechosos.

La nueva obra de Netflix junto a la productora Happy Madison, aunque llamativa gracias a la ambientación y un poco a la banda sonora, nos decepciona de nuevo con una comedia escrita en “piloto automático”. Presenta un guion lleno de gags sin gracia, técnicas ya vistas miles de veces, un desarrollo de la historia aburrido, predecible y con actuaciones torpes e ingenuas que no logran divertirnos ni mantener la compostura de sus personajes para sostener la idea de satirizar una novela al estilo de Agatha Christie. Dichas desilusiones se ven acompañadas por su director, Kyle Newacheck, cuya experiencia no está a la altura de actores de gran trayectoria, habiendo tenido su debut como director de largometrajes el año pasado con “Game Over, Man!”, también de la mano del servicio de streaming e igual de ineficaz.

A pesar de todos los traspiés del film, es para destacar el desempeño de Jennifer Aniston, cuya personalidad llega a sobreponerse hasta por encima del propio Sandler que, aunque mantiene impoluta su idiosincrasia, el guion no lo acompaña, siendo ella la que lidera la mayoría de las escenas opacando en algunos momentos las falencias de la obra.

Para resumir, Netflix nos trae una obra como ya es común en su repertorio, con un actor y director reciclados de proyectos anteriores y una historia publicitada como divertida y atrapante que termina siendo repetitiva y torpe. ¿Logrará Adam Sandler deslumbrarnos con algún futuro proyecto de la mano de Netflix? Es lo que nos seguimos preguntando.

Puntaje: 

 

 

Tráiler:

 

Agustín Bravo

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