Crítica de «NYAD» de Jimmy Chin y Elizabeth Chai Vasarhelyi (2023)
Diana Nyad es una nadadora de larga distancia estadounidense que durante su juventud alcanzó varios logros en el mar abierto. Sin embargo, su máxima aspiración, nadar 177 kilómetros desde La Habana, Cuba, hasta Key West, Florida, Estados Unidos, quedó trunca al no haber podido terminar el trayecto. Al cumplir 60 años y darse cuenta que necesitaba un propósito de vida, retomó ese proyecto para realizar la mayor hazaña de su vida.
Su historia fue rescatada por Jimmy Chin y Elizabeth Chai Vasarhelyi para realizar la película «Nyad» que se estrenó hace unos meses en Netflix y que recibió algunas nominaciones en la nueva temporada de premios, principalmente por la actuación de sus protagonistas.
«Nyad» retrata la aventura por la que transitó Diana junto a su mejor amiga devenida en entrenadora, Bonnie Stoll, y un equipo de profesionales para conseguir nadar desde Cuba hasta Florida, de una manera bastante convencional pero efectiva. Sin embargo, tampoco es la típica película deportiva donde se muestra el entrenamiento y la posterior concreción del objetivo, sino que cada uno de los intentos de alcanzar este propósito se mezcla con cuestiones personales y profesionales del pasado en forma de flashes, como sus inicios en la natación y el vínculo con su padre (que le inculcó fuertemente el destino que tenía sobre sus hombros por el apellido que representaba) y su entrenador (que fue abiertamente conflictivo). Además, también se intercalan entrevistas con la Diana real en distintos medios de comunicación donde reflexiona sobre el deporte, cada uno de sus nados en mar abierto y la importancia de seguir luchando.
Sin dudas uno de los puntos más altos del film es la actuación de sus dos actrices principales. Diana Nyad está interpretada por Annette Bening, quien logra plasmar el carácter fuerte que tiene la nadadora por las distintas situaciones que tuvo que atravesar a lo largo de su vida, la perseverancia y el deseo de concretar sus sueños. Su fortaleza también puede ser su debilidad, poniéndole en contra de la gente que la apoya y la contiene. Está muy bien acompañada por Jodie Foster que hace de su mejor amiga Bonnie Stoll, quien deja de lado sus asuntos personales para ayudar a cumplir con el objetivo que tiene Diana, como también de otros personajes secundarios, pero la historia se centra principalmente en ellas dos y el vínculo de amistad que construyeron.
Las escenas en el mar también son dignas de destacar. Su buena puesta en escena y dirección permite no solo que se sientan reales sino que también generen cierta tensión por los distintos obstáculos que tiene que atravesar la protagonista: el tema de la edad, las condiciones físicas, la fuerza del mar, los animales peligrosos que habitan aquellas aguas, el tiempo que conlleva el nado, entre otras cuestiones, van a provocar que no sepamos si Diana va a poder lograr lo que se propone e incluso si va a salir viva de aquella aventura. El maquillaje de las consecuencias del mar en la cara de Nyad es fundamental para seguir dando credibilidad a la historia.
En síntesis, «Nyad» nos trae una historia atractiva y de superación sobre la hazaña de una mujer que demuestra que no hay edad para cumplir los sueños, solo hay que animarse y trabajar para ello. Con una gran actuación de la dupla protagónica y una puesta en escena sumamente realista y que genera una tensión constante, la película nos deja una sensación de optimismo e inspiración.
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Tráiler:
Samantha Schuster