Crítica de «Sangre» de Juan Schnitman (2020)

En 2015 Juan Schnitman nos sorprendió con su primer trabajo en solitario titulado «El Incendio», un film que profundiza sobre las relaciones de pareja a través de un tono tenso que va creciendo con mayor intensidad. Cinco años después presenta «Sangre», una película que vuelve a ahondar en los vínculos complejos con un thriller erótico.

«Sangre» se centra en Fernando, un marino mercante de 36 años que se muda de Ushuaia para trabajar en un buque petrolero que va y viene entre Buenos Aires y Rosario. Si bien parece estar escapándose de algo (o alguien) que dejó en el sur, en tierra firme también plantará bandera, cuando comience a salir con Melissa, una joven brasileña en Rosario, mientras que en Buenos Aires se reencontrará con Gabriela, una vieja amiga española con la cual mantiene relaciones sexuales. En la vida de Fernando se despertará una obsesión cada vez más latente a la hora de tratar de manejar ambos vínculos.

La película es un thriller erótico que se sustenta por su clima de tensión constante, los encuentros pasionales entre las parejas y el trabajo de un elenco que logra transmitir el deseo, la obsesión y la confusión.

El director vuelve a trabajar con Juan Barberini, uno de los protagonistas de «El Incendio», que en ese caso puso más su cuerpo y acá realiza una labor mucho más psicológica. A medida que avanza el relato, su personaje se va volviendo cada vez más oscuro y obsesionado con el vínculo que mantiene con ambas mujeres, especialmente una de ellas, que lo llevarán a realizar acciones sin sentido que pondrán su vida en peligro. Además se suma el buen trabajo de Natalia Tena y Bella Camero, como la amante y la novia, respectivamente.

Tal vez al principio el espectador se pierda un poco entre Buenos Aires y Rosario, porque existe cierta elipsis de los viajes de Fernando para darle un mayor dinamismo al relato y no caer en la monotonía del traslado. Muchas veces pasa de una escena con Melissa a una con Gabriela sin ninguna imagen de transición en el medio. Luego nos iremos acomodando según con qué mujer se encuentre pero por momentos esta línea también se desdibuja.

La fotografía es uno de los aspectos que se destaca dentro del apartado técnico, priorizando las escenas nocturnas o en lugares oscuros que le agregan tensión, como también los colores más opacos, con el particular uso del rojo en algunas oportunidades.

En síntesis, «Sangre» es un logrado thriller erótico que nos presenta la obsesión de un hombre por dos mujeres, cuyo deseo será su perdición. Con una gran labor del trío protagónico, tanto psicológico como físico, un buen uso de la fotografía y un clima de tensión constante, Schnitman vuelve a profundizar sobre la complejidad de las relaciones con un tono particular.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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