Crítica de «The Mitchells vs the Machines» de Michael Rianda y Jeff Rowe (2021)

Sony Pictures Animation viene levantando la puntería en sus producciones y tras la oscarizada «Spiderman: Into the Spiderverse» llega «The Mitchells vs the Machines». Esta nueva producción de la compañía tenía su estreno pautado para el año pasado bajo el titulo de «Connected» pero tras la pandemia del COVID-19, el film fue adquirido por Netflix para su distribución. El gigante del streaming decidió darle el título que su dupla directora tenía pensado en una primera instancia y ya está disponible en la plataforma desde la semana pasada.

El proyecto dirigido por Michael Rianda y Jeff Rowe (ópera prima de ambos que vienen del terreno de la animación, habiendo trabajado en la serie «Gravity Falls») fue supervisado y producido por Phil Lord y Chris Miller, la pareja detrás de «The Lego Movie» (2014) y «Cloudy with a Chance of Meatballs» (2009) que vienen pisando fuerte en el terreno de la animación.

Aparentemente, la fusión de estas duplas creativas explica un poco el corazón, la creatividad y el buen funcionamiento de esta película que la convierten (aunque probablemente sea muy temprano todavía) en una de las mejores propuestas animadas en lo que va del año.

«The Mitchells vs the Machines» sigue como lo marca su título a la familia Mitchell, compuesta por Rick (Danny McBride), su esposa Linda (Maya Rudolph) y sus hijos Katie (Abbi Jacobson) y Aaron (Michael Rianda). La dinámica familiar es bastante compleja ya que todos parecen cumplir los caprichos de Rick, obsesionado con pasar tiempo en familia, disfrutar de la vida natural y enseñarle a su clan a utilizar herramientas y ser autosuficientes. Su forma de actuar contrasta un poco con la de su hija adolescente, una cinéfila empedernida que tras hacer una serie de ingeniosos cortos logra ser admitida en una universidad californiana para estudiar cine. Los cortometrajes que realiza, la mayoría protagonizados por el perro de la familia, son un éxito en Youtube y todos parecen darle el reconocimiento que espera a excepción de su padre. Katie siente que es una incomprendida y choca constantemente con su padre por lo cual no ve la hora de irse a la universidad y encontrar un lugar donde la entiendan. Si bien la madre es un poco más comprensiva, Linda misma tiene su propia competencia o enfrentamiento con sus vecinos que parecen ser «una familia perfecta», mientras que por otro lado su hermano menor parece ser el que más la apoya, aunque es un pequeño niño introvertido en plena pubertad obsesionado con los dinosaurios. Katie no ve la hora de emprender su viaje personal pero justo cuando está por viajar, Rick tiene la idea de hacer un intento desesperado por reconectar con su hija y pasar tiempo juntos antes de que comience la universidad, es por ello que decide cancelar su vuelo y cruzar el país de costa a costa con el auto y hacer un último viaje familiar. No obstante, todo parece complicarse cuando comienza una especie de insurrección tecnológica provocada involuntariamente por una especie de genio en tecnología (claramente inspirado en Apple y en la figura de su creador Steve Jobs), que lanza al mercado un robot llamado PAL (interpretado por la genial Olivia Colman), que se revela ante los humanos. Así es como los Mitchells terminan siendo los últimos seres humanos que pueden evitar esta catástrofe, pero primero deberán superar sus diferencias.

Este road movie animado que mezcla comedia familiar con ciencia ficción es una de las propuestas más divertidas y originales que se pudieron ver últimamente. No solo es apabullante la animación y el diseño de personajes que mezclan técnicas, 3D y a veces pasajes y cosas puntuales en 2D, sino que además se puso el foco en las texturas para darle un «look and feel» bastante particular. Por otro lado, se trabajó bastante en las motivaciones de los personajes, dándoles verdadera dimensionalidad a sus conflictos haciendo que resulten bastante más humanos que el de muchas películas live action pochocleras contemporáneas.

Asimismo, resulta bastante interesante y entretenido la funcionalidad de Katie como cinéfila que le dan ese agregado de «cine dentro de cine» o «cine sobre cine» con sus cortos, sus referencias cinematográficas y su cámara que registra las aventuras y desventuras de la familia.

El elenco es notable y sus voces en el idioma original son empleadas de gran manera demostrando un gran timing e ingenio para la comedia, pero también la historia familiar y la relación de padre-hija retratada de forma maravillosa, con gran empatía y entendimiento de ambas miradas de la cuestión, hacen que este film sea una feel good movie de principio a fin.

«The Mitchells vs the Machines» es un gran exponente de la animación contemporánea. Sacando a relucir lo mejor de la factoría Lord-Miller y el ingenio de la dupla debutante en la dirección que parecen ir en consonancia con los creadores de «The Lego Movie». Con ingeniosos recursos en la animación, mezclando técnicas y medios expresivos (animación 2D, 3D, técnicas con acuarelas y dibujos a mano alzada), esta propuesta de Netflix se presenta como un viaje caótico, divertido y lleno de humor absurdo para toda la familia.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

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