Crítica de «Tiempo de Pagar» de Felipe Wein (2024)
La figura del arbolito es parte del paisaje cotidiano de la Ciudad de Buenos Aires, sobre todo del microcentro porteño, donde en la calle Florida tenemos una gran cantidad de personas gritando «cambio, cambio», en busca del mejor postor para llevarlos hasta la llamada «cueva» y así intercambiar dólares, pesos, euros o reales según el valor del día.
Felipe Wein, en su ópera prima, se dispone a ahondar en la figura del arbolito a través de Richard, un cambista del microcentro porteño que a lo largo de un solo día se va a ver envuelto en una serie de inconvenientes que lo llevarán a una maratónica odisea a contrarreloj.
«Tiempo de Pagar» busca, por un lado, retratar este submundo del microcentro porteño, con una cámara en mano dinámica que filma cada recoveco de las calles, como también ofrecernos una historia frenética de problemas, engaños y resoluciones que reflejan un poco de la picardía, el ingenio y la labia que nos caracteriza a los argentinos.
La película se beneficia de su corta duración (alrededor de una hora) para transmitir la adrenalina, el apuro y el nerviosismo que siente su protagonista que debe enfrentarse a diversos obstáculos y que va solucionándolos como si uno quisiera ponerle una curita a una herida demasiado grave. El tiempo corre y hay mucho que hacer para poder sobrevivir.
Juan Nemirovsky hace un gran trabajo para componer a este personaje, que puede ser todo lo que uno piensa cuando piensa en el estereotipo de argentino, al menos esa imagen que creamos en el colectivo imaginario del exterior: un chanta, chamuyero, que se las sabe todas, que puede arreglar hasta el problema más complejo de taquito. Tal vez hubiéramos esperado algún tipo de evolución de su personaje, que las experiencias por las que transita lo lleven a reflexionar y cambiar, pero también es cierto que la trama no va por ese lado, sino que se enfoca en retratar un día en su vida, y uno no puede realizar un trabajo tan introspectivo en tan poco tiempo.
En el camino nos vamos encontrando con personajes interesantes, otros arbolitos que pueden ser tanto una ayuda como un adversario dentro del negocio, como también personas que lo van a ir presionando para que cumpla con lo que se comprometió. Como personalidades reconocidas dentro del elenco nos encontramos con Esteban Menis y Fabián Arenillas.
En síntesis, «Tiempo de Pagar» es un entretenido relato que retrata el submundo del microcentro porteño a través de una historia frenética y divertida, y un personaje que puede no generarnos empatía por su viveza criolla pero que puede representarnos en varios aspectos. Buen debut de Felipe Wein.
Puntaje:
Tráiler:
Samantha Schuster