Crítica de «Zack Snyder’s Justice League» (2021)

Mucho se ha debatido y conversado, tanto a favor como en contra, del llamado «Snyder Cut». Quizás se ha hablado con demasiado fervor y con un nivel de violencia injustificado tanto desde el costado de los fans acérrimos que formaron el movimiento #RealeaseTheSnyderCut como por parte de los detractores que pensaban que el cine estaba siendo puesto en jaque con una movida que tal vez pueda llegar a ser perjudicial para la industria a largo plazo. Lo cierto es que ambos y ninguno de los bandos tienen razón.

Vamos a situarnos un poco en contexto. En 2017 Zack Snyder estaba realizando «Justice League», una película que sería la primera parte de una trilogía que culminaría con su visión de los personajes de DC Comics, y que también conformaría una trilogía junto con sus trabajos anteriores «Man of Steel» (2013) y «Batman V Superman» (2016). Warner Bros. tenía sus reparos con la Liga de la Justicia de Snyder por el tono oscuro característico de Zack y porque la película anterior, más allá de presentar críticas mixtas tanto del público como de los fans, no había alcanzado la meta comercial que se había puesto el estudio de obtener más de 1.000 millones de dólares en la taquilla global. Esto hizo que los ejecutivos de Warner comiencen a «supervisar» y ponerle palos en la rueda a Zack en su visión de la película que estaba filmando, le pusieron asesores, e incluso trajeron a Joss Whedon para que le dé una mano reescribiendo el guion para los reshoots pautados ya que había llevado a buen puerto la primera película de «The Avengers» (2012).

Por ese entonces, la hija de Zack Snyder, Autumn, decidió quitarse la vida haciendo que Zack no tenga fuerzas ni ganas de atravesar el duelo al mismo tiempo que tenía que lidiar con el estudio. Finalmente, Joss Whedon se hizo cargo de finalizar el film y se estima que utilizó un 10% del material filmado por Snyder. La película tuvo el estreno comercial en 2017 resultando un fracaso de taquilla y recibiendo una tibia recepción por parte de la crítica y del público.

A partir de ese momento, un sector del fandom que no estuvo demasiado contento con el resultado decidió comenzar un movimiento que exigía o demandaba el corte del director (el famoso Director’s Cut) ya que se creía que existía y que tendría una visión más acertada del universo DC. En 2019, Snyder admite la existencia de su versión de «Justice League» y dijo que dependía enteramente de Warner de hacerlo realidad. Finalmente, Warner que estaba lanzando su propia plataforma de streaming junto a HBO, bautizada como HBO MAX, decidió (en una gran movida de marketing) que el Snyder Cut sería una de las cosas que inaugurarían aquel serivicio on demand, culminando después de años la búsqueda de un grupo enardecido de fans y la propia conquista de Zack de poder dar su visión y cerrar una etapa bastante traumática de su carrera.

Lo cierto es que el Snyder Cut es polémico porque Warner terminó dándole la razón o concediéndole una victoria a un grupo bastante tóxico de fans haciendo que queden las puertas abiertas para que vuelvan a repetirse a futuro este comportamiento. Pero, por otro lado, también sirve para demostrar que a veces los estudios deben dejar que las visiones de los directores sean transmitidas en la pantalla en lugar de arruinar diversos proyectos por decisiones meramente comerciales que terminan no gustando ni siquiera a los más ávidos consumidores de esos productos determinados.

Ver qué resultado y qué tipo de repercusión tendrá esta decisión es cuestión de tiempo y no estamos aquí para eso sino para analizar la película o el resultado final de la obra. ¿Es una película a la altura de las circunstancias? ¿Valió la pena tanto revuelo?

Nuevamente la respuesta es sí y no. «Zack Snyder’s Justice League» más allá de sus falencias (su enorme cantidad) y sus decisiones caprichosas y sin sentido (la extensa duración y la elección de una relación de aspecto 1.33:1), resulta ser una película mucho más coherente y redonda en sí misma. No, no es ni por asomo la obra maestra que nos quieren hacer creer que es, pero tampoco es un fracaso estrepitoso como era la versión de Whedon. Claramente es un film que se nota menos apresurado («¡y si dura 4 horas!», dirán ustedes y tienen razón), con personajes mejor desarrollados, un villano con motivaciones un poco más claras y justificadas y escenas de acción mejor coreografiadas y terminadas que demuestran la pericia de Snyder para la épica y la acción.

El largometraje digamos que cuenta casi la misma historia que la versión de Whedon pero con ligeros toques que hacen más armónico el desarrollo de la trama y más motivada la reunión de los superhéroes. El grito de Superman antes de morir en los acontecimientos de «Batman V Superman», terminan rasgando y «despertando» a unos antiguos artefactos llamados «Cajas madre». Estos objetos, que se encuentran escondidos en distintas partes de la tierra para que no sean encontrados por el temible Darksaid, comienzan a alborotarse volviendo a llamar a su temible secuaz Steppenwolf, quien desea reclamarlas para que su amo pueda ser el dueño de la ecuación anti-vida y de esta forma conquistar el universo. Con la determinación de asegurar que el sacrificio definitivo de Superman (Henry Cavill) no fue en vano, Bruce Wayne (Ben Affleck) une fuerzas con Diana Prince (Gal Gadot) para reclutar a un equipo de metahumanos que protejan el mundo de una amenaza inminente de proporciones catastróficas. La tarea es más difícil de lo que Bruce imaginaba, ya que cada uno de los reclutas deberá enfrentarse a sus propios demonios para trascender aquello que los detenía, para unirse y formar de manera definitiva una liga de héroes sin precedentes. Ahora unidos, Batman, la Mujer Maravilla, Aquaman (Jason Momoa), Cyborg (Ray Fisher) y Flash (Ezra Miller) deberán salvar al planeta de la amenaza de Steppenwolf y Darkseid, antes de que sea demasiado tarde.

El argumento de la obra de Snyder no dista mucho del de Whedon y tampoco resulta ser demasiado original, pero sí funcional a lo que el director quería contar (la unión o los inicios de esta Liga de la Justicia con una mirada más adulta, violenta y menos edulcorada que su competencia). Resulta increíble que Whedon haya decidido sacar a Darksaid, ya que le quita peso a la trama y a la funcionalidad de Steppenwolf como villano. Por otro lado, la larga extensión del film le permitió a Snyder un desarrollo más consistente a sus personajes, dándole mayor profundidad a sus arcos y más presencia a sus conflictos internos, siendo este el punto que hace que su duración sea extensa ya que tienen que dar mayor exposición a cada uno de los integrantes del grupo. En esta versión, Cyborg resulta tener mayor peso e incluso ser una pieza fundamental en la trama, cosa que no pasaba en la versión estrenada en cines.

Asimismo, el humor estúpido y sin justificación prácticamente fue erradicado por completo de la película a excepción de las escenas relacionadas con Flash que sigue siendo utilizado como comic relief, que pueda sacarnos del tono o la vibra del relato y seguir sin funcionar del todo, pero al menos no es algo que caricaturiza a todos los personajes sino solo al infantilismo de Flash. Posiblemente muchos no adhieran al tono épico, oscuro, fuertemente contrastado y con un abuso constante del slow motion de Snyder pero nuevamente viéndolo en el contexto general resulta más coherente de acuerdo con la estética de DC y con el estilo particular del director.

«Zack Snyder’s Justice League» se siente como una historia más completa aunque esté repleta de vicios de los que tanto le gustan a su director (épica al palo, imágenes ralentizadas, mitología y dioses tratando de vivir como humanos, entre otras cosas) pero aún con sus caprichos resulta estar a la altura de este grupo superheroico y su concepto. A pesar de sus defectos y excesos será disfrutable para los que se entretengan con este tipo de relatos y será tediosa para aquellos que no. No es una película que venga a cerrar una grieta cinematográfica o que incluso justifique su propia existencia luego de tanto ajetreo por redes sociales pero sí demuestra que Zack Snyder tiene una visión determinada que puede gustar o no pero que hace que la película de entretenimiento masivo no sea del todo vacía ni sea igual a tantas de miles otras sino que (para bien o para mal) tenga un sello distintivo.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

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