«Dirty John», el amor como herramienta de estafa
Basada en hechos reales, y adaptada a un Podcast en 2017, “Dirty John” cuenta la historia de Debra Newell (Connie Britton), una diseñadora de interiores, madre de dos jóvenes, que no tuvo mucha suerte en el amor. Con cuatro ex maridos en su haber, decide involucrarse en un sitio de citas para conocer a algún hombre decente. Luego de varios intentos fallidos, se encuentra con John Meehan (Eric Bana), un médico encantador. Si bien la relación comienza a transitar con mayor fluidez, rápidamente todo se volverá mucho más oscuro, cuando la protagonista se de cuenta de la verdadera naturaleza de este hombre.
“Dirty John” está narrada de forma cronológica y progresiva, mientras que a su vez se van alternando distintos momentos del pasado que nos van contextualizado sobre la historia de algunos personajes para tener un mayor conocimiento sobre ellos. Es así como se van agregando algunas subtramas intrigantes pero que no le aportan demasiado al relato central o que no terminan de desarrollarse del todo, principalmente aquellas relacionadas con los personajes secundarios. La trama principal se desenvuelve de forma tan rápida y dinámica (viéndose acentuado esto todavía más en el hecho de que la serie presenta solo ocho capítulos), no pierden el tiempo en presentar el conflicto central, que luego tienen que llenar la historia con los idas y vueltas de los protagonistas.
Con respecto a las interpretaciones, Eric Bana se pone en la piel de John de una manera perfecta. Consigue plasmar ese equilibrio entre el carisma y la dulzura y un lado más oscuro y violento. Muchas de esas transiciones ocurren frente a la cámara, dándole más incidencia a su actuación. El resto del elenco se encuentra correctamente sin destacarse demasiado, aunque podemos mencionar la buena labor de Juno Temple, como una de las hijas de Debra, que al principio parece que también se aprovecha de ella y de su fortuna, pero que luego hará todo por ayudar a su madre.
Por otro lado, como decíamos anteriormente, la serie está basada en hechos reales. Una vez visualizada esta historia es recomendable recurrir al documental “Dirty John: The Dirty Truth” (que también se encuentra en Netflix), donde las propias protagonistas cuentan en primera persona los hechos sucedidos. Allí podemos ver que, a pesar de algunos detalles que cambian, se mantiene la esencia de la historia, otorgándole veracidad y credibilidad en el relato de la serie. En este sentido, “Dirty John” se favorece de los sucesos verídicos, sobre todo en aquellos momentos increíbles en los cuales la fiabilidad podría tambalear.
“Dirty John” nos ofrece una serie dinámica y entretenida, que se beneficia de su corta duración y de la rapidez con la que aborda el conflicto central, que atraparán al espectador, sobre todo si tiene en cuenta que se trata de una historia basada en hechos reales, cuyos sucesos más impactantes e increíbles no son pura ficción sino que tienen un sustento verídico. Sin embargo, también se tratan subtramas que no terminan de aportarle nada al relato, haciendo que se contextualice la vida de los personajes secundarios pero que se corra un poco el eje central. Con buenas interpretaciones del elenco, sobre todo por parte de Eric Bana, “Dirty John” es una propuesta interesante para ver.
Tráiler:
Samantha Schuster