Entrevista con Pablo Conde, programador del Festival de Cine de Mar del Plata
Mañana comienza una nueva edición del Festival de Cine de Mar del Plata, donde podremos disfrutar de las mejores propuestas cinematográficas mundiales. Para ir preparándonos, Cinéfilo Serial habló con uno de los programadores del festival, Pablo Conde, para que nos cuente con qué nos vamos a encontrar este año, sobre las actividades y películas recomendadas y el detrás de escena de la selección de los films.
– ¿Con qué nos vamos a encontrar en esta nueva edición del Festival de Cine de Mar del Plata?
– Va a haber una continuación de lo que venimos haciendo con el equipo de programación, que desde este año cambió positivamente, con la incorporación de Paola Buontempo, y con Cecilia Barrionuevo en la tarea de la dirección artística. Insistimos un poco en armar un festival que tenga como punto de partida la inclusión de los espectadores, ser inclusivo en toda la amplitud de la palabra y que eso implique que todas las formas de ver y de entender el cine están representadas dentro de la selección. Creo que va a ser una insistencia en ese sentido y que además se abre un poco el horizonte hacia propuestas más audaces sin dejar de perder el foco en el cine de género que también es algo que está siempre presente y siempre tiene el apoyo de la gente. Creo que se van a encontrar, más allá de los invitados, de las actividades especiales, de todas las cosas nuevas que hay como todos los años en el festival, la construcción de una forma de entender el cine o repetir esta situación tan bien recibida del lado del público.
– ¿Cuántas películas tuvieron que visualizar entre todos los programadores y cuántas quedaron finalmente? ¿Tuvieron algún criterio particular en esta edición para seleccionar los films?
Tuvimos que ver cerca de 3200 títulos que fueron los que se programaron y que por suerte cada vez son más, llegan más películas importantes que nos envían para consideración, más allá de las que buscamos nosotros los programadores por nuestros lados. Finalmente quedaron menos de un 10 por ciento, casi 280 largometrajes y 50/60 cortometrajes. No tuvimos ningún criterio particular para esta edición, creo que el criterio es continuar un poco con lo que dije anteriormente. Sí hubo una mayor apertura al cine de primeras y segundas obras realizadas por cineastas de todo el mundo, que también es algo que estamos buscando, tener una mayor representatividad de voces nuevas. No tuvimos especial foco en las películas realizadas por mujeres porque es algo que lo tenemos hace tiempo, pero este año sí coincidió que hubo muchísimo material de alta calidad, algo que se nota en la selección que tenemos finalmente y en la representatividad desde las cineastas mujeres nacionales que están también muy bien ubicadas a lo largo de la programación. De hecho, desde la película de apertura hasta el panorama argentino está plagado de mujeres realizadoras y eso nos llena de alegría porque es hacerse cargo de esta necesidad que tiene la industria de ampliar las posibilidades de trabajo de las mujeres, no solo en la dirección o producción, que son lugares donde ya hay gente con trayectoria y con renombre y que viene haciendo cine con intensidad, sino en el resto de las áreas, de las tareas involucradas para hacer una película que requiere también tener esta flexibilidad de otorgarle más espacio a las mujeres que quieren hacer cine y que tienen necesidad de decir cosas desde su arte.
– Las películas de apertura y cierre son “Sueño Florianópolis” y “Roma”, respectivamente. ¿En qué se basan para seleccionar estos films tan importantes con los que abre y cierra el festival? ¿Qué criterios tienen que cumplir?
– Por qué queda programada cada película es una historia distinta, no hay un modelo cuadrado y predecible al que seguir. En general, la calidad es lo que prima, pero los motivos por los cuales las películas quedan seleccionadas son muy distintos unos a otros. En el caso de “Sueño Florianópolis” nos parecía que la película de Ana Katz era un excelente puntapié inicial para el festival por el clima de la película, por cómo está filmada, por la altura de Ana en nuestro cine, su importancia en la escena nacional e internacional, porque Ana ha trascendido nuestras fronteras. Nos parece una película muy interesante en muchos aspectos y sobre todo una película muy amable para el público, que también queremos que haya en esta búsqueda que tenemos. Siempre que sea una película inclusiva e interesante y de gran calidad cinematográfica, será elegida. Y con “Roma” pasa básicamente lo mismo. Nos parece también un gran film, es una de las películas del año, no cabe la menor duda. Creo que, a nivel personal, es la mejor película de Cuarón, un cineasta que ya hizo varias películas muy buenas, pero terminar con una película latinoamericana, porque es mexicana, de un nivel tan alto nos parece también un excelente broche de oro y es para celebrar. Yo creo que hay mucha expectativa por esta cinta, creo que las va a superar. Tampoco hay un criterio fijo. En estos dos casos, la calidad es lo que prima.
– ¿A qué se debió la decisión de agregar “Estados Alterados” como una nueva competencia? ¿Qué tiene de interesante esta sección?
– Apostando un poco por esta idea de buscar nuevas voces y cineastas con formas más audaces de filmar, de llevar a cabo una impronta personal, el festival tiene hace 10 años la sección de Estados Alterados y un poco la idea es que se transforme en una competencia porque también buscamos que el festival trabaje con esta audacidad y con estas nuevas búsquedas o búsquedas alternativas, capaz no tiene que ser algo novedoso, pero sí rabiosamente personal y eso es un poco lo que se busca. Y dar a trascender esas obras y darle mayor visibilidad a otras formas de ver y entender el cine que están muy lejos de los estrenos comerciales o las películas que suelen estar más al alcance de la mano. Eso creo que es lo que tiene de interesante esta sección. Este año las películas que forman parte son absolutamente opuestas entre sí, y eso creo que también es un poco el criterio, que la selección dé cuenta de muchas formas y estilos de ver y entender el cine que se están llevando a cabo hoy en día y que tienen que ver con relecturas o nuevas formas de entender un lenguaje que ya tiene sus años y que no ha dejado de renovarse todo el tiempo y que necesitan tener mayor visibilidad esas nuevas formas de ver y entender.
– Este año el país invitado es Francia. ¿Cuáles son las actividades relacionadas con dicho país y cómo hacen para seleccionar año a año un destino?
– La decisión de que Francia sea el país invitado tiene que ver con la innegable genialidad de tener a esos tres grandes nombres como son Jean Pierre Leaud, Pierre Richard y Leos Carax…tres formas muy distintas de entender el cine y de hacerlo y que a la vez se unen para dar cuenta de lo amplio que es el panorama de cine francés. También va a haber películas francesas a lo largo de la programación. Tener un país que es la tradición del cine, que su conexión con el cine no solo es innegable sino que es una de las naciones con mayor amplitud y calidad en cuanto a la labor cinematográfica, por ende esto lo hace una de las naciones que más nos interesan siempre, todos los años en el festival. Y como sucede en todo el mundo en todos los festivales. Va a haber mucha actividad francesa en el festival y eso nos llena de alegría.
No todos los años tenemos países invitados y, cuando se hace, en general tiene que ver con una fuerte representatividad de invitados y de películas dentro de la programación. Por ejemplo el año pasado Corea fue el país invitado y tuvimos una selección muy grande tanto de películas como de cineastas que venían a acompañar sus películas y eso es lo que ayuda a determinar el país invitado en cada edición.
– Si tuvieras que elegir algunas películas destacadas para recomendarnos, ¿cuáles serían?
– Dejando de lado todas las películas en competencia y las nacionales, para que no haya favoritismos, recomiendo “Chained for Life» de Aaron Schimberg; «Tito e os pássaros» de Gustavo Steinberg, Gabriel Bitar y André Catoto; «Inuyashiki» de Shinsuke Sato; «Prospect» de Zeek Earl y Christopher Caldwell; «Flesh Memory» de Jacky Goldberg; «Thunder Road» de Jim Cummings; «Carmine Street Guitars» de Ron Mann; «Harold & Maude» de Hal Ashby; «Funeral Parade of Roses» de Toshio Matsumoto; «The Last Movie» de Dennis Hopper.