“Game of Thrones” (S08E03): La noche es oscura y llena de terrores

Durante el final del capítulo anterior de “Game of Thrones”, titulado “A Knight of Seven Kingdoms”, los White Walkers ya se encontraban frente a Winterfell para desafiar a los vivos en una batalla que prometía ser épica. Y así lo fue. (ATENCIÓN: Este artículo contiene spoilers)

Mientras que los dos primeros episodios de la octava temporada se caracterizaron por ser más pausados, priorizando los reencuentros y las introspecciones personales, enfrentando a cada personaje ante su posible muerte, en “The Long Night” primó la acción pura, que no dio respiro en ningún momento.  

Antes de comenzar a analizar el contenido del capítulo, tenemos que recalcar los inconvenientes que hubo a la hora de poder visualizar lo que estaba ocurriendo en pantalla. El episodio fue filmado íntegramente de noche, haciendo que prevalezca la oscuridad y que los personajes se iluminen únicamente con la claridad del fuego proporcionado por diversas circunstancias. Esto provocó una confusión por parte de los espectadores, que no podían saber a ciencia cierta qué estaba sucediendo con los distintos protagonistas. De todas maneras, parece que la mala calidad no provenía de la serie sino de la transmisión. Una lástima, debido a que no se pudo apreciar del todo el despliegue de producción y el buen trabajo de fotografía que “Game of Thrones” sabe proporcionarnos.

Pero dejando de lado estas cuestiones técnicas y centrándonos únicamente en la historia de “The Long Night”, podemos decir que fue un capítulo que nos mantuvo en vilo durante los 82 minutos de duración (siendo, además, el episodio más largo de toda la serie), generándonos tensión y desesperación en todo momento. Fue la batalla más épica y grande que vimos a lo largo de “Game of Thrones” (y podríamos decir de la historia de la televisión también), no solo en cuestión de números (55 noches de rodaje con 4000 personas trabajando, 750 actores y un presupuesto de 15 millones de dólares), sino también a nivel trama, donde los vivos se encontraron cara a cara con la muerte, a pesar de todos sus temores. Se especulaba mucho acerca de quiénes serían los sobrevivientes de este enfrentamiento y quiénes se sacrificarían por el resto del equipo en esta lucha. Algunas de las caídas las veíamos venir, mientras que otras fueron sorpresivas. Si bien se esperaba el fin de algunas de las estrellas principales del elenco, en total fueron seis los personajes que no pudieron sobrevivir a esta batalla, donde cada uno de ellos combatió con mucho esfuerzo, haciendo que su salida de la serie se vuelva conmovedora. Algunos demostraron su valentía y coraje, mientras que otros lograron redimirse por sus errores, cumpliendo con un propósito particular. Sin dudas la baja de Lady Mormont fue la más dolorosa pero, al mismo tiempo, la más espectacular, debido a que nos supo demostrar las agallas que puede tener una persona sin importar su género, tamaño o edad, y que logró derrotar a un gigante, uno de los enemigos que más inconvenientes podría traerle a todos. Igualmente, tanto Theon como Sir Jorah, Beric Dondarrion, Melisandre y Ed murieron como héroes, salvando a un compañero y realizando un gran sacrificio.

Asimismo, el capítulo nos ofreció, por un lado, una batalla multitudinaria, donde no podíamos distinguir concretamente qué estaba sucediendo con los distintos personajes (incluso tal vez dimos por muerto a más de uno que en realidad sobrevivió), y, por el otro, momentos en los que se destacaron algunos personajes en particular, dando la posibilidad de tener situaciones de mayor intensidad, más reveladoras o conmovedoras. Sin duda las muertes tuvieron su protagonismo y varias de ellas quedarán en nuestro recuerdo, pero también podemos subrayar diversos pasajes como la lucha entre Arya y los White Walkers, con una maravillosa y terrorífica persecución por los pasillos de Winterfell, ayudada por el Perro y Beric Dondarrion; distintas escenas de Melisandre, quien volvió cuando más se la necesitaba; la espera de aquellos personajes que se encontraban en la cripta (quienes se destacan más políticamente que en la lucha), junto a las conversaciones entre Sansa y Tyrion que no tuvieron desperdicio; las peleas entre los dragones (reducidas un poco por la complejidad de su visualización); la resurrección de los White Walkers, pero sobre todo ese final inesperado en el cual Arya termina de asesinar al Rey de la Noche y con ello a todo su séquito. Sin dudas una heroína que salvó a gran parte de los personajes cuando todo parecía perdido. Muchos consideran que esta decisión surgió de la nada o que no era el personaje indicado para llevar a cabo semejante tarea, sin embargo, cabe recordar el entrenamiento que recibió Arya a lo largo de la serie, justamente haciéndola propicia de su destino.

Sobre todo para aquellos que los primeros episodios les parecieron muy estáticos, pero en realidad para todo el público, “The Long Night” fue uno de los capítulos más intensos de toda la serie. Porque no fue solo un instante de desesperación, sino 82 minutos a pura tensión, acción y sorpresa. Sin dudas un capítulo que quedará en la historia. Los vivos les ganaron a los muertos (¿definitivamente?) y ahora deberán enfrentarse al resto de los vivos. En la otra punta de Westeros Cersei espera tranquila la batalla que se avecina. Tres capítulos nos separan del final y todavía cualquier cosa puede pasar.

Adelanto del próximo capítulo:

 

Samantha Schuster

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