“Babylon Berlín”: La inestabilidad que antecedió al huracán
Todo comienza con la llegada de Gereon Rath, policía de Köln, a Berlín con el objetivo de conseguir una película comprometedora de un político que tenía el deseo de ser reelecto. Pero esta misión se entrecruzará con una investigación mucho mayor: la llegada de un tren ruso a la ciudad con destino a Estambul y un contenido altamente ilegal y sospechoso.
A partir de “Babylon Berlín” podemos conocer más acerca de los años ‘20/30, luego de que finalizara la Primera Guerra Mundial y se firmara el Tratado de Versalles, un acuerdo de paz que le quitaba ciertos territorios a Alemania para cedérselos a los vencedores, le impedía rearmarse militarmente y tenían que pagar una gran cantidad de dinero para indemnizaciones (plata que le pedían a Estados Unidos y que posteriormente con la crisis de la Gran Depresión repercutiría en la economía alemana). Tanto esta firma como la guerra en sí tuvieron sus consecuencias sobre todo en aquellos soldados que volvieron derrotados (y culpando a los propios ciudadanos de esta gran pérdida). Es así como comenzó la República de Weimar, un período histórico plagado de inestabilidad, intentos de derrocar al gobierno y crisis social y económica. El contexto de la trama tiene mucha implicancia en el actuar de los personajes, los condice en cuanto a su calidad de vida, a su forma de comportarse y a sus deseos.
En esta primera temporada nos encontramos con una gran cantidad de personajes que pueden generar confusión en el público (a veces cuesta distinguir quién es quién o recordar cuáles son sus propósitos), pero cada uno de ellos tiene una historia relevante detrás y un halo misterioso que se irá desarrollando a medida que avance el relato. Papeles que uno podría no relacionar en un inicio se verán envueltos posteriormente, haciendo que todos tengan una razón de ser e influyan en la trama central. A pesar de la época, los roles femeninos son muy fuertes y tal vez los más interesantes del argumento, mostrando rebeldía, coraje y una fuerza singular.
En cuanto al apartado técnico, a simple vista podemos observar la calidad de la producción de “Babylon Berlín” con una perfecta ambientación de los años 29 en Alemania, una época de libertinaje que antecedió a la crisis social, política y económica que vendría después y que desembocaría en el régimen nacionalsocialista. Los lugares, los vestuarios y los objetos antiguos ofrecen un gran cuidado y detalle que acompañan de una manera atinada a la trama. También se le suma una banda sonora que genera el clima propicio para la historia.
El ritmo que maneja la serie es completamente tenso; ocurren muchas situaciones en un solo capítulo, obligando a que el espectador esté despierto y atento a todos los detalles para seguir el hilo de la historia. A medida que se desarrolla la trama la intensidad de la misma va creciendo hasta encontrar su clímax.
En síntesis, una serie alemana vuelve a sorprendernos con un argumento de gran peso histórico y una trama que atrapa gracias a su misterio, intensidad y sus personajes bien delineados con objetivos marcados y una cantidad de fuerzas antagonistas que, si bien pueden generar algún tipo de confusión si se pierde el hilo, sirven para que la historia sea más interesante y cierre de una muy buena manera esta primera temporada.
Samantha Schuster