“Killing Eve”, un intrigante juego del gato y el ratón

Recién estamos comenzando la temporada de premios, con las nominaciones de los Golden Globes y los Critics’ Choice Awards y en ambos casos seleccionaron a “Killing Eve” como una de las candidatas a ganar como Mejor Serie Dramática y nominaron también a sus protagonistas. Y esto no es casual, ya que con esta serie nos encontramos frente a una de las mejores propuestas de 2018.

“Killing Eve” sigue la vida de Eve Polastri, una agente del MI5, cuyo trabajo carece del éxtasis que cualquier espía podría imaginar. Pero todo cambiará con la aparición de Villanelle, una asesina muy talentosa y soberbia. En esta búsqueda mutua ambas mujeres empezarán a obsesionarse entre sí.

Bajo el lema del juego del gato y el ratón, “Killing Eve” nos propone un thriller intrigante y original, que si bien se basa en una premisa vista en televisión, le otorga una impronta bien femenina. Durante todo momento mantiene un clima de tensión y violencia extrema, pero también en gran parte de la trama se nos presentan situaciones hilarantes y que descolocan al espectador, provocando el paso de la sorpresa y la tensión a la risa y el divertimento.

Gran parte del acierto en el tono tiene que ver también con la construcción de los personajes y cómo encarnan estas grandes mujeres a sus papeles. Por un lado, Sandra Oh («Grey’s Anatomy») nos ofrece una de sus mejores interpretaciones televisivas, poniéndose en la piel de Eve, esta mujer determinada a encontrar a su rival, llena de ansiedad y deseo de aventura, impulsiva pero también racional hasta en los momentos de mayor peligro que requieren una reacción rápida. En su contraparte está Jodie Comer (“My Mad Fat Diary”), una asesina a sueldo manipuladora, psicópata, imprevisible que hace lo que quiere cuando quiere. Es irreverente, rebelde. Dicha personalidad y sus acciones provocarán las situaciones absurdas que se dan en la historia, que nos generarán esa (buena) sensación de qué es lo que está pasando. El duelo de los personajes es uno de los puntos más altos de la serie y el espectador espera por su encuentro cara a cara para ver qué sucederá. La química entre Oh y Comer traspasa la pantalla para ahondar sobre esta fascinación y admiración conjunta a pesar de encontrarse en distintos bandos.

Además de la trama, los aspectos técnicos también sobresalen dentro de la producción. Principalmente se destaca la música, con una presencia poderosa. Es estridente, fuerte, haciendo un poco de alusión al género cinematográfico giallo y muchas veces se relaciona con la misma historia. Esto se puede observar en algunos de los viajes realizados por Villanelle. Si está en Alemania se escuchan canciones en alemán, lo mismo si está en Francia o Italia. Este punto también es digno de subrayar, ya que se alternan distintas locaciones europeas a lo largo de la serie. Literal y metafóricamente es una serie en constante movimiento. El ritmo frenético también ayuda a construir esta historia atrapante.

Con 8 episodios de 40 minutos y una segunda temporada confirmada, BBC América, en su coproducción entre Estados Unidos e Inglaterra, nos ofrece una de las mejores series del año, debido a que nos trae un thriller atrapante desde el inicio hasta el final, que provoca muchas sensaciones en el espectador (sorpresa, tensión, risa), y una historia que se sustenta sobre todo por la química de sus protagonistas y la compleja construcción de sus personajes.

Trailer:

Samantha Schuster