«Las cosas por limpiar», un drama conmovedor basado en hechos reales
Inspirada en el libro de memorias de Stephanie Land titulado «Maid: Hard Work, Low Pay and a Mother’s Will to Survive», «Las cosas por limpiar» (o «Maid» en su idioma original) es una miniserie de 10 episodios de alrededor de una hora que se centra en Alex (Margaret Qualley, «Once Upon a Time in Hollywood», «The Leftovers»), una joven de 23 años y madre de una niña de dos, que toma la decisión de dejar a Sean (Nick Robinson), su pareja emocionalmente abusiva. Sin ningún lugar donde vivir ni dinero para mantenerse, toma un trabajo como empleada doméstica mientras lucha para salir adelante.
«Las cosas por limpiar» es una serie emotiva e impactante, que habla sobre la violencia doméstica más psicológica y sutil, esa que no viene con golpes directos, sino con malos tratos, impedimentos y destrucción alrededor, que puede ser suficiente para generar un cambio de vida en la protagonista pero no para probarle al mundo el infierno que está atravesando. A su vez, en el camino nos encontramos con otras mujeres que pasaron por lo mismo y nos muestran su experiencia y forma de lidiar con estos asuntos.
La manera de tratar esta temática está bien lograda. No busca caer en golpes bajos para producir angustia, sino que lo hace a través de la gran actuación de Qualley que transmite en sus gestos y miradas una lucha intensa por darle un mejor presente a su hija. En todo momento podemos empatizar con ella y, si bien no compartimos todas sus decisiones porque sigue sumergida en un universo abusivo del cual es difícil salir, nos involucramos en su vida y nos importa cada paso que toma.
Es interesante, también, cómo construyen la figura de Sean, a quien no muestran como alguien completamente oscuro y malo, sino como a un personaje conflictuado, que abusa del alcohol para tapar sus propios problemas, aunque en el fondo quiere preservar a su hija de todo daño. Lejos de justificarlo, nos muestran esta idea de que alguien consciente de lo que hace y que le gustaría cambiar puede caer en los vicios igualmente y lastimar a quienes más quiere. Es un villano con más matices de lo que acostumbramos ver en televisión, provocando que sea más real y honesto.
Por otro lado, la serie también plasma un panorama sobre las dificultades que tienen ciertas clases sociales en Estados Unidos de poder establecerse, conseguir un hogar, mantener un empleo y acceder a cuestiones básicas como alimento o ropa con recursos del Estado; y todas las trabas burocráticas por las que tienen que atravesar para lograrlo. Para hacerlo más dinámico, muestran de forma directa y creativa la plata que va acumulando Alex mediante su trabajo y los gastos que va teniendo.
Si bien puede resultar bastante abrumadora por instantes, debido a la gran cantidad de obstáculos que tiene que atravesar la protagonista con los trámites, la presencia de Sean, de una madre bipolar y artista que parece más un chico que su propia hija (interpretada por Andie MacDowell, madre en la vida real de Qualley), un padre con un vínculo tenso y un trabajo que a veces es una salvación y otras un incordio, la serie tiene un aire optimista y esperanzador en todo momento, ya que más que las dificultades busca mostrar una historia de superación, esfuerzo, resiliencia y empoderamiento por parte de la protagonista que no solo quiere sobrevivir sino valerse por sí misma, convertirse en quien quiere ser y tener un futuro.
En síntesis, «Las cosas por limpiar» es una serie emotiva, sensible y honesta, que busca retratar la historia de una mujer que logra salir adelante a base de su esfuerzo, amor por su hija y su deseo de un futuro mejor, a pesar de no tener el apoyo necesario y estar rodeada de un contexto adverso. Gracias a las increíbles interpretaciones de todo el elenco, pero sobre todo de Margaret Qualley, que se luce con su papel principal, a la acertada forma de abordar los temas delicados como la violencia de género y la dificultad de progresar en los Estados Unidos, y a la construcción de sus personajes, llenos de matices, nos encontramos frente a esas historias que llegan a nuestro corazón y dejan huella.
Tráiler:
Samantha Schuster
