«Midnight Mass», el terror sobrenatural y el drama existencialista se unen en esta serie

Mike Flanagan es un director y productor estadounidense conocido por sus películas «Oculus» (2013), «Ouija: Origin of Evil» (2016), «Gerald’s Game» (2017) y «Doctor Sueño» (2018), entre otras, como también por las series «The Haunting of Hill House» (2018) y «The Haunting of Bly Manor» (2020) que ocasionaron un gran impacto en la audiencia por saber equilibrar de una buena manera el terror sobrenatural con el drama familiar.

Ahora volvió a Netflix para traernos la miniserie «Midnight Mass», la cual está compuesta por 7 episodios de alrededor de una hora de duración. La misma se centra en una pequeña comunidad estadounidense a la que llega el Padre Paul, en reemplazo del sacerdote anterior que está enfermo, y que trae consigo milagros y un regreso a los principios religiosos que se habían perdido.

En primer lugar debemos decir que no es una serie para todos. Maneja sus propios tiempos con un ritmo bastante pausado y dándole un gran espacio a los monólogos y reflexiones de los distintos personajes, volviéndola un poco lenta. Además, por momentos se siente pesada, haciendo que tal vez no sea apta para realizar una maratón ni para los ansiosos. Esto no significa que la serie sea mala ni mucho menos, sino que tal vez sea para un público en particular, que no le tenga miedo a un tono diferente al que estamos acostumbrados a ver.

Dicho todo esto, la historia va creciendo conforme avanzan los episodios, volviéndose más intrigante, confusa (pero en un buen sentido) e impactante. Cada revelación genera sorpresa e, incluso, hay mucho escondido en los detalles. Aquellos que presten atención se darán cuenta de cosas que están sutilmente colocadas en el relato para descubrir. No es de esas producciones que le dejan todo servido al espectador ni explican de más para que se entienda.

Siguiendo un poco con el sello que le viene impregnando Flanagan a sus obras, el terror no se hace presente en «Midnight Mass» a través de jumpscares burdos y directos, sino que va por un lado más sobrenatural y psicológico, aunque también podemos tener algún que otro sobresalto pero no es lo que más predomina. El miedo es más sutil pero genera el mismo impacto, priorizando el clima de suspenso y tensión.

En cuanto a los temas, la serie obviamente ahonda en la religión, tanto en aquellos que son muy creyentes como en los más escépticos, en el significado de la vida y la muerte, la eternidad, la juventud y el paso del tiempo, entre otras cuestiones. En su mayoría, se toman un tiempo importante para debatir o reflexionar sobre estos asuntos a través de diálogos entre los personajes o monólogos.

Los personajes están muy bien delineados. Cada uno de ellos tiene un pasado comprometedor o alguna historia para contar que se oculta en aquel lugar y que genera bastantes sentimientos encontrados. Algunos son más interesantes y empáticos que otros que nos generan puro rechazo. Es la típica historia de ‘pueblo chico, infierno grande’, donde los secretos están a la orden del día.

El elenco lleva a buen puerto el trabajo de ponerse en la piel de sus personajes, con algunos colaboradores habituales de Mike Flanagan, que estuvieron en «The Haunting of Hill House», como Kate Siegal, Henry Thomas o Rahul Kohli, y algunas caras nuevas como Zach Gilford o Hamish Linklater. Todos resultan muy creíbles y naturales. Como decíamos al principio, existen muchos monólogos que sacan a relucir el talento de los actores, al poner todos sus sentimientos o creencias en palabras.

Los aspectos técnicos están muy bien logrados, siempre al servicio de la narración y para acompañar a cada uno de los momentos. La ambientación resulta espeluznante, se priorizan mucho las escenas nocturnas y la banda sonora acrecienta las sensaciones.

En síntesis, «Midnight Mass» es uno más de los buenos trabajos que nos viene brindando Mike Flanagan en los últimos tiempos, donde mezcla el terror sobrenatural con el drama existencialista para ahondar en temas humanos a través de una historia con un ritmo lento y algo pesado pero que se va volviendo cada vez más intenso, intrigante y atrapante con el correr de relato. Una de esas series que van de menos a más para mostrar todo su potencial sobre el final.

Tráiler:

 

Samantha Schuster

 

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