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«Pretty Little Liars: Summer School», un oscuro slasher pero repetitivo

El spin-off «Pretty Little Liars: Original Sin» se estrenó hace dos años con buenos resultados. Siempre que toman a una serie exitosa y querida por el público para volver a hacer algún contenido, ya sea un reboot, spin-off o continuación, genera una gran expectativa sobre qué es lo que van a hacer. En este caso tuvimos un buen equilibrio entre una historia que se sostiene por sí misma, con nuevos e interesantes personajes que se adaptan mucho a la juventud actual, y varios guiños a la serie madre para los más nostálgicos.

Hace algunos meses llegó a MAX la segunda temporada titulada «Pretty Little Liars: Summer School», que en líneas generales está bastante bien. Su inicio presenta un ritmo un poco lento pero con algunas decisiones apresuradas y sin mucha justificación, como también ofrece una trama un tanto fantasiosa y repetitiva, que si bien va de la mano de la serie, es un poco más de lo que ya vimos anteriormente. De todas maneras, a medida que avanza el relato se va acomodando un poco más, brindando un buen entretenimiento a base de un terror más terrenal.

El ciclo lectivo terminó y ahora las pequeñas mentirosas se disponen a disfrutar de sus vacaciones, sin embargo, todo el tema de «A» les impidió tener un buen desempeño escolar, por lo cual las cinco deberán hacer un curso durante el verano para graduarse a tiempo. Alternando el estudio con sus trabajos de medio tiempo y un poco de ocio adolescente, el pasado no quedará del todo atrás y volverá para atormentarlas.

El inicio de esta temporada es bastante atolondrado. Si bien siempre el primer episodio de cualquier serie suele retomar los hechos que ocurrieron previamente, para presentar dónde quedaron parados los personajes principales y plantear un nuevo conflicto, en este caso dejaron en claro que parte de esta continuación iba a suceder sin algunos personajes que habían sido importantes durante la entrega anterior, sacándoselos de encima sin mucho esfuerzo y fuera de cámara, como si no hubieran merecido un destino mejor.

Más allá de esas decisiones un tanto caprichosas, la entrega tarda un poco en arrancar, ya que presenta un ritmo bastante lento, que permite la profundización de los conflictos de cada uno de los personajes pero que no termina de atrapar al espectador. Por suerte, eso después se diluye, ofreciendo una trama mucho más oscura y terrorífica que la entrega anterior. Sí, eso no quita que tenga una estructura bastante repetitiva, donde nuevamente tenemos a un villano que va a estar persiguiendo a las protagonistas (e incluso también se reiteran ciertos patrones dentro de la misma trama donde cada una tiene un enfrentamiento particular con el antagonista, generando una previsibilidad en el público), pero al menos la historia es entretenida y, sumada a una buena ambientación, uso de los espacios, las escenas nocturnas y una banda sonora que crea un clima de tensión y miedo, terminan por construir una temporada satisfactoria.

Al igual que sucedía en la entrega anterior, existe un homenaje bastante latente al slashercon un villano que acecha y una explicación sobre lo que puede ir ocurriendo (muy al estilo «Scream»), impregnándole muchas características de este género a la intriga principal.

Los personajes por momentos quedan encasillados en una identidad particular: Farran es la fuerte, Mouse la que investiga, Tabby la valiente; mientras que tal vez Imoagen y Noa sean las que más crecen en esta temporada, pero de todas maneras cada una de ellas va a lidiar con sus traumas hasta convertirse en quienes son hoy.

Lo bueno, y como también ocurrió previamente, es que la serie no busca estirar el interrogante de quién se encuentra detrás de las persecuciones y los asesinatos, sino que se termina resolviendo en el final de temporada, generando una sorpresa e impacto bastante satisfactoria. Tal vez es más difícil poder construir una presentación, desarrollo y desenlace en ocho episodios, cuando además antes la serie original tardó varias temporadas en resolver el caso de «A», pero a la vez tampoco es que se siente superficial, sino por el contrario se repiten algunas cuestiones.

En síntesis, «Pretty Little Liars: Summer School» no se encuentra al nivel de su predecesora, pero tampoco está en la vereda opuesta. Si bien tiene algunos detalles que hacen bajar su desempeño, como ofrecer algo similar, con un ritmo que tarda en arrancar y ciertas decisiones no del todo justificadas, no deja de aportar una buena, intrigante y entretenida historia para el público juvenil, centrado en un terror más terrenal y ahondando en algunas temáticas como el acoso que siempre es importante tratar.

Tráiler:

Samantha Schuster

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