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Crítica de «Leonera» de Pablo Trapero (2008)

La historia comienza una mañana de 2008, cuando Julia (Martina Gusmán) despierta en su departamento golpeada y confundida, rodeada de sangre y destrozos. Sin embargo, lejos de sorprenderse sigue con su rutina habitual como si ya estuviera acostumbrada. Pero cuando regresa a la noche, la policía ingresa al departamento y la encuentra junto al cadáver de Nahuel, su novio, y a Ramiro (Rodrigo Santoro), el amante de él, quien es revivido por los paramédicos. Es así como la detienen y la llevan a una cárcel para esperar su condena, donde descubre que está embarazada, por lo cual termina en un pabellón con otras mujeres que están en su misma situación o que ya tuvieron a sus hijos.

Como suele suceder en las películas de Pablo Trapero, «Leonera» va a retratar una realidad particular de la sociedad argentina, en este caso la vida en la cárcel y, específicamente, la situación de las mujeres embarazadas y/o con hijos pequeños que deben criarlos en este contexto complejo. 

Desde el primer momento el film nos plantea un conflicto dramático y sensible, que se va volviendo cada vez más tenso e intenso, porque la protagonista no solo va a transitar su embarazo en un lugar que no está preparado para esta situación, con falta de higiene, buenos tratos, contención y cuidados, sino que además después va a tener que criar a un bebé en esas condiciones. En este marco también se expone el interrogante de qué es mejor: que un chico pase sus primeros años de vida junto a su madre aunque no sea en un contexto ideal para transitar su infancia o que crezca con algún familiar pero lejos de ella. Es ahí donde vamos a tener varios tires y aflojes con la mamá de Julia, que viene de viaje a apoyar a su hija y que también va a tener una opinión muy marcada sobre este asunto. Todos temas muy delicados para abordar pero que la película logra resolverlo con creces, mostrando los beneficios y las desventajas de ambas cuestiones.

Martina Gusmán lleva adelante la difícil tarea de componer a esta mujer que sufrió violencia, abusos, mentiras y que ahora está pagando por una situación de la cual fue víctima desde el primer momento. Y no solo eso, sino que en el camino deberá aprender a ser madre, un rol que tal vez no deseó, y construir un vínculo con un nuevo ser en medio de circunstancias complejas. La actriz plasma muy bien esa apatía inicial para luego desembocarla en una lucha constante por salir adelante, hacer valer sus derechos y tomar sus propias decisiones, sin que nadie más se haga cargo de lo que le corresponde. Más allá de algunos personajes secundarios que cumplen muy bien con sus papeles, ella está siempre en pantalla y es la que lleva adelante el desarrollo dramático de la trama.

La ambientación de la cárcel, con un tono bastante gris, austero, decadente, ayuda a generar este clima de encierro y asfixia que va a condicionar a la protagonista y la llevará al punto de querer escapar de aquel lugar.

En síntesis, «Leonera» es una sentida y necesaria obra de Pablo Trapero, que refleja la situación de las mujeres embarazadas y/o con hijos en la cárcel argentina. Habla de las condiciones a las que se enfrentan, plantea interrogantes sobre las infancias, la crianza y los vínculos y muestra la lucha por sobrevivir a cualquier costo. Un drama intenso y conmovedor.

Puntaje:

 
 
 

Tráiler:

Samantha Schuster

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