«Severance», cuando la separación entre el trabajo y la vida personal puede salir mal
Con tantas series y películas que se estrenan en las plataformas y en las salas de cine todas las semanas, a veces es difícil encontrar historias originales que estén por fuera de las secuelas, remakes o temáticas similares a las que solemos ver usualmente. Por eso, cuando nos presentan algo novedoso, es digno de destacar.
En Apple TV+ se estrenó «Severance», una serie de 9 episodios, que ya tiene una segunda temporada confirmada. La misma se centra en Mark Scout (Adam Scott), quien dirige un equipo en Lumon Industries, una compañía prestigiosa cuyos empleados se han sometido a un procedimiento quirúrgico que separa sus recuerdos entre el ámbito laboral y su vida personal. Sin embargo, esta idea se pondrá en duda cuando Mark se encuentre en el centro de un misterio que lo obligará a confrontar la verdadera naturaleza de su trabajo y de sí mismo.
Desde el comienzo «Severance» presenta un concepto interesante para desarrollar y una trama original y diferente a lo que acostumbramos ver. Es una mezcla entre una historia de ciencia ficción y un thriller psicológico, que va revelando la información muy a cuenta gotas y con un ritmo un poco lento. De todas maneras, logra mantenernos intrigados durante toda la temporada porque esconde muchos misterios y secretos. Uno quiere saber qué es lo que realmente pasa en la compañía Lumon y qué sucede cuando los personajes se van «despertando» y oponiendo al sistema del cual forman parte.
A través de esta historia se aborda la debatible idea de dividir la vida entre el empleo y el tiempo de ocio, para no ocupar gran parte de nuestras horas trabajando ni afectar la productividad con nuestros problemas privados; el libre albedrío, el control, entre otras cuestiones.
La serie presenta un clima de tensión constante, donde los empleados superiores de la compañía se vuelven cada vez más sospechosos y ponen a los protagonistas en situaciones extrañas que suponemos que serán peligrosas/dañinas para ellos (no siempre lo sabemos por este manto de secretismo que tiene la producción). La ambientación también es clave para que se desarrollen algunas escenas, sobre todo las laborales. Esos espacios prácticamente vacíos, con objetos detalladamente acomodados, las paredes blancas, y los pasillos laberínticos contribuyen a crear un lugar inquietante. Además, tiene una música muy característica (que se desprende de la secuencia introductoria) que se repite a lo largo de los distintos episodios, marcando ese misterio, tensión y suspenso.
El elenco también se encuentra muy bien en sus roles. Adam Scott logra interpretar a un mismo personaje dividido en dos, haciéndonos creer que son dos personas diferentes, sin saber qué le pasa a su ‘otro yo’. A él se le suman Zach Cherry, Britt Lower y John Turturro. Esos personajes que se dedican solo a trabajar pero se nota que quieren algo más que solo sentarse frente a una computadora; a medida que pasan los capítulos empiezan a sentir y experimentar. También tenemos la participación de Christopher Walken, en un rol que servirá como detonador para el personaje de Turturro. Patricia Arquette compone a una sólida antagonista, con sus secretos, inseguridades y firmeza, que pone en jaque a los protagonistas en todo momento.
Como dato de color, Ben Stiller oficia como productor y director de gran parte de los capítulos de la serie, un nombre que sin duda llamará la atención de varios.
En síntesis, «Severance» es un producto bastante atractivo y original, que se aleja de la mayoría de las historias que vemos últimamente en la pantalla chica. A pesar de tener un ritmo pausado que puede jugarle un poco en contra, su trama es hipnótica porque maneja varios misterios simultáneos, presenta personajes intrigantes y hasta el último episodio no sabemos bien qué es lo que está pasando. Su final de temporada es impactante y nos deja con las ganas de ponerle play al siguiente episodio. Ya veremos qué nos deparará la próxima entrega.
Tráiler:
Samantha Schuster