Top 5: Las mejores películas de Polonia

La historia del cine de este país es tan larga como el cine mismo. De hecho, un año antes de la invención del cinematógrafo de los hermanos Lumière, el estudiante polaco Kazimierz Prószyński, en 1894, creó el pleografo, el cual era un aparato pionero que servía como cámara y proyector, aunque, de todas formas, no se pudo imponer ante la tecnología del invento de los Lumière. A su vez, el primer cine polaco abrió en 1899 y la primera productora en 1901, lo cual era temprano para la época.

A pesar de varios períodos de censura a lo largo de la primera mitad del siglo XX por regímenes comunistas, el cine de Polonia fue encontrando su camino hasta llegar a su máxima expresión con la “Nueva Ola Polaca”, que se dio entre 1956 y 1965, gracias a una suerte de apertura a partir de la muerte de Stalin. Este movimiento, influenciado por la Nouvelle Vague y el Neorrealismo Italiano, fue testigo del crecimiento de grandes directores como Andrzej Wajda, Roman Polanski, Krzysztof Kieslowski, Agnieszka Holland, entre otros más. Personajes ambiguos y contradictorios, con muchas referencias a la Segunda Guerra Mundial, y cargado de emociones. Extremadamente íntimo. Este era el estilo que se imponía en esta etapa que, con el paso de los años, fue pareciéndose más al cine estadounidense.

Aquí dejamos cinco cintas que las consideramos dentro de lo mejor del cine de Polonia:

5) “El cuchillo bajo el agua” (Roman Polanski, 1962)

El primer largometraje de uno de los directores más influyentes del siglo XX y que también significó la primera nominación al Óscar por mejor película de habla no inglesa para Polonia. Con solo tres personajes (un matrimonio y un joven que conocieron en la ruta) que se largan a navegar en un velero por un día, Polanski se las rebuscó para ofrecer un exquisito guión en un drama psicológico tan sutil y cargado de detalles que te mantiene atrapado de principio a fin. Sin ser lo mejor de su trayectoria, nos anticipa a grandes obras bajo su nombre como, ni más ni menos, “Chinatown”.

4) “No matarás” (Krzysztof Kieslowski, 1988)

Es la versión fílmica ampliada de un episodio de un drama psicológico hecho para televisión del mismo director. Esta serie se llamaba “El Decálogo” y estaba compuesta por diez capítulos, en los que cada cual representaba uno de los Diez Mandamientos. En este film, se entrecruzan tres personajes: un taxista con actitudes discutibles, un joven un tanto atormentado y un abogado optimista con su futuro. Nuevamente con personajes ambiguos y con un relato en contra de la pena de muerte, Kieslowski trae una dura historia, también psicológica, que hace pensar.

3) “Ida” (Pawel Pawlikowski, 2013)

Filmada en blanco y negro, este drama nos presenta a Anna. Ella es una joven que vivió toda su vida en un convento y está por asumir los votos, pero antes es enviada a conocer a su único pariente vivo, su tía de origen judío, que le hace redescubrir sus orígenes. Con una fuerte nostalgia y dolor, «Ida» nos cuenta una historia más sobre las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Grandes interpretaciones y tremenda fotografía para la ganadora del Óscar a mejor película de habla no inglesa.

2) “No amarás” (Krzysztof Kieslowski, 1988)

Versión fílmica del episodio “No cometerás adulterio” de su decálogo, en el que indaga los sentimientos que se despiertan al amar o al obsesionarse con las personas. Presenta a un joven que se enamora de su vecina de enfrente, quien es bastante mayor a él. Con una asombrosa destreza, construye y descompone esta relación, dejando a la luz la intimidad de cada uno con resultados fascinantes.

1) “In Darkness” (Agnieszka Holland, 2011)

Basada en hechos reales, cuenta la historia de Leopold Socha, un hombre que oculta a un grupo de judíos refugiados en las alcantarillas de la ciudad de Lvov, Polonia (1943). Mostrando la crudeza de la guerra de manera casi visceral, pero con un profundo tratamiento hacia la dignidad humana, la directora ofrece un verdadero peliculón, emocionante, fatídico y hasta claustrofóbico, que se asemeja a “La lista de Schindler” en cuanto a la trama, aunque sin dejar de tener su sello personal.

 

Manuel Otero

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