Un breve repaso del cine marroquí
El comienzo del cine de Marruecos se remonta a más de un siglo de existencia, con la filmación de “El cabrero marroquí” (“Le chvrier Marocain”) de Louis Lumière en 1897. Sin embargo, no cuenta con una gran cantidad de films en su haber.
La industria cinematográfica marroquí se destaca, principalmente, por ser un escenario de película. Desde su comienzo hasta 1944 se filmaron una gran cantidad de cintas extranjeras en dicho país, sobre todo en el área de Ouarzazate.
Incluso, a pesar de haber tenido un inicio muy repentino, recién en 1958 se realizó la primera película marroquí, titulada “El hijo maldito” (“Le fils maudit”) de Mohammed Ousfour.
Diez años después se celebró el primer Festival de Cine del Mediterráneo en Tánger, aunque actualmente el evento se lleva a cabo en Tetuán. A esto le siguió el 1982, el primer Festival Nacional de Cine, realizado en Rabat. También en 2001 se hizo en Marrakech el primer Festival Internacional de Cine de dicho lugar.
Tanto en el pasado como en el presente, se destacaron varios realizadores marroquíes. Entre los años 70 y 90, participaron del desarrollo de la industria cinematográfica de Marruecos personalidades como Hamid Bénani (“Wechma”, “Traces”, 1970), Souheil Ben Barka (“Les Mille et une Mains”, 1974), Mustapha Derkaoui (“Les Beaux Jours de Shéhérazade”, 1982); Farida Benlyazd (“Une porte sur le ciel”, 1988), Saâd Chraïbi (“Chronique d’une vie normale”, 1990), Abdelkader Lagtaâ (“Un amour à Casablanca”, 1992; “La Porte close”, 1998), entre otros.
Con respecto a una generación más nueva de cineastas que llegaron desde el año 2000, sobresalen Nabil Ayouch, Narjiss Nejjar, Faouzi Bensaïdi, Nour-Eddine Lakhmari y Laïla Marrakchi (su primer largometraje, “Marock”, producido en 2004 fue nominado en la categoría del Festival de Cannes 2005).
Samantha Schuster