Un repaso por el cine danés

La industria cinematográfica de Dinamarca nació prácticamente con el mismo cine. El primero en realizar una película fue Peter Elfelt, un fotógrafo, que entre 1896 y 1912 produjo aproximadamente 200 cintas documentales, siendo su ópera prima “Viajando con Perros Greenlandic”.

En 1906 se fundó la primera compañía de rodaje danesa, Nordisk Films Kompagni, la cual se conoció principalmente por exportar películas cortas. Cuatro años después, cambió su política productiva y empezaron a hacer largometrajes.

A partir de entonces y hasta 1916 se desarrolló la edad de oro de la cinematografía danesa, con el lanzamiento al estrellato de Asta Nielsen con “El Abismo”, actriz que consiguió el título de la primera gran estrella femenina de Europa. La película era un melodrama erótico, un género que rápidamente se convirtió en característico del inicio del cine danés. Incluso estos films se vendían en el extranjero, por su calidad técnica y fotográfica.

En 1913 el cine danés comenzó a decaer, debido a la carencia de imaginación y a la falta de riesgos creativos por parte de los productores. También posteriormente influyó el inicio de la Primera Guerra Mundial, período en el cual Estados Unidos fue la mayor productora cinematográfica, disminuyendo las exportaciones danesas.

En los años ’30, por su parte, ya con el cine sonoro en marcha, se destacaron las comedias ligeras, en el marco de la creación de un nuevo género llamado “folkekomedie” (comedia popular). Debido a la Gran Depresión y a la crisis económica no se pudieron realizar películas más serias, ni posicionarse internacionalmente por la competencia dentro de los films sonoros.

Con la ocupación alemana en Dinamarca, entre 1940 y 1945, sí se comenzaron a realizar cintas más serias, con un tono más siniestro, pudiendo establecer algún tipo de paralelismo con el cine negro norteamericano. También mejoró el nivel de las comedias, con historias ingeniosas y elegantes.

Los años después de la guerra todavía existían algunas películas con tintes más sociales y realistas, pero más que nada se tendió a las comedias familiares y populares o sentimentales. El género de cine erótico volvió a crecer en los años ’60, incluso en 1969 Dinamarca se convirtió en el primer país en legalizar la pornografía. Es así como en los ’70, un gran porcentaje de las películas eran de este estilo y otras tenían en ellas escenas con fuertes desnudos.

En 1972 se fundó el Danish Film Institute (DFI) para subvencionar distintas películas que mostraran la cultura y la identidad danesa. Esto permitió tener un mayor éxito internacional de una nueva ola de cineastas daneses.

En la década del ’90 se desarrolló un movimiento estético en Dinamarca, llamado Dogma 95, el cual promovía que 100 años después del inicio del cine, el mismo debía volver a los orígenes. Entre otros ítems, había ciertas normas que había que seguir, como no utilizar puesta de luces, no podía tener música no diegética, las historias tenían que estar basadas en hechos reales, ser filmada con cámara en mano, entre tras cosas. Si bien este movimiento nació en Dinamarca, con directores como Lars Von Trier o Thomas Vinterberg, daba prestigio realizar una película dogma y muchos realizadores internacionales quisieron pertenecer a este grupo.

Con algunos altibajos durante el siglo XXI, el cine danés continúa teniendo prestigio de forma internacional con dramas y comedias centradas en la realidad social, películas infantiles y documentales, las cuales reciben una gran cantidad de premios en distintos festivales. Una industria cinematográfica que comenzó en 1897 y que hasta la actualidad se destaca por su realismo, sus temas religiosos y morales, su libertad sexual e innovación técnica.

 

Samantha Schuster

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