Un repaso por el cine croata

Debido a que Croacia fue parte de Yugoslavia antes de su independencia en 1992, ambas industrias cinematográficas nacieron en conjunto. La primera proyección en Zagreb data de 1896, pero recién en 1906 el país tuvo su primera sala de cine permanente ubicada en la capital.

Durante la era yugoslava, como ocurrió en otros países que estaban bajo un gobierno autoritario, el cine era un mero instrumento de propaganda vital para el régimen, con el objetivo de adoctrinar a las masas a favor de sus pensamientos. De todas maneras, la industria fue una de las más potentes e importantes durante la segunda mitad del siglo XX.

Si bien Yugoslavia no ganó ningún Oscar, estuvo nominada en seis oportunidades. En 1958 se presentó con “The Road a Year Long”, mientras que en 1960 lo hizo con “The Ninth Circle” y en 1966 con “Three”. Al año siguiente, “I Even Met Happy Gypsies”, un film que gira en torno a la vida de unas personas de etnia gitana, fue el elegido para representar el país. Dos años después lo hizo “The Battle of Neretva”, una película sobre los heroicos esfuerzos de partisanos yugoslavos durante la batalla del Neretva para derrotar y expulsar de su país a Hitler y al ejército fascista italiano durante la Segunda Guerra Mundial. Su última nominación fue con “When Father Was Away on Business” en 1985, la cual cuenta a través de los ojos de un niño las  condiciones humanas bajo el régimen de Tito en la antigua Yugoslavia en los años ’50, donde no se aceptaba la disidencia y la crítica.

En los años ’60 hubo un crecimiento exponencial de producciones animadas. Gracias a ello, Croacia ganó su primer Premio Oscar con su corto “Surogat”, e incluso fue la primera cinta en destronar a Disney que siempre venía ganando en dicha categoría.

Con la independencia vino una decadencia en la industria cinematográfica, debido a las constantes y múltiples guerras y conflictos étnicos que surgieron a raíz de la partición de los distintos países que formaban parte de uno solo originalmente.

Pero a mediados de la década del 90 nació una nueva generación de cineastas, que empezaron a producir historias innovadoras como comedias o dramas. Las principales figuras de aquella época fueron Vinko Bresan y Zrinko Ogresta, quienes consiguieron el éxito internacional con films como “Mondo Bobo” (1997) o “Isprani” (1995).

Una industria que tuvo sus altibajos producto del contexto social y político por el que atravesó Croacia, pero que siempre se mantuvo airoso con sus producciones, sobre todo destacándose en el ámbito dela animación.

Samantha Schuster

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