«White Lines»: La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil

«Hasta que no empiezas a vivir a tope, no estás realmente vivo».

«White Lines» es una serie española original de Netflix, protagonizada por Laura Haddock, Juan Diego Botto, Marta Milans, Daniel Mays, Nuno Lopes, Pedro Casablanc y Angela Griffin, entre otros, y producida por Vancouver Media. El creador del fenómeno mundial «La casa de papel», Álex Pina, nos trae un thriller ambientado en Ibiza, lleno de misterio, amor, excesos, música y fiesta.

En Almería aparece el cuerpo de un DJ británico que había estado desaparecido. Su hermana Zoe viaja hasta la isla para formar parte de una investigación que tendrá como objetivo saber qué es lo que pasó realmente con el chico y reconstruir sus últimas horas de vida.

En «White Lines» encontramos dos líneas narrativas paralelas: 1996, cuando Axel Collins (Tom Rhys Harries), un joven DJ deja la casa familiar para buscarse la vida con tres amigos en Ibiza. La otra, y principal, unos 20 años después que comienza con el descubrimiento del cadáver momificado de Axel en el desierto de Almería, dentro de un predio de la poderosa familia Calafat, dueña de casinos y clubes en la isla española.

Ambientada en su mayoría en la Ibiza de los 90’, la serie nos ofrece un constante ida y vuelta entre el pasado y presente que se produce de forma directa, con lógica,  sin titubeo y con espacios de tiempo bien utilizados, mientras que se cuenta paralelamente la vida personal de Alex como las rivalidades aún existentes que terminan siendo el puente para contarnos historias envueltas en mentiras, excesos, amores, rencores y desamores. Se adhiere a esa fórmula siempre atractiva a los ojos de los espectadores para elaborar un nuevo thriller criminal que busca ser la sensación del momento. Una serie que no solo busca descubrir un asesinato sino descubrirse a sí mismo, enfrentar aquellos demonios que nos acompañan todos los días en la mesa.

Los 10 episodios de la temporada son un híbrido de géneros que están bien enlazados entre sí, manteniéndote en vilo sobre lo que sucede. Tenemos drama, suspenso, romanticismo y hasta humor negro. Desde el primer capítulo causa intriga en el espectador y, a medida que se desarrolla, se van construyendo muchas subtramas distintas, haciendo que cada personaje salga de su zona de confort y provocando que las historias románticas, pasionales y aventuras desenfrenadas de la noche ibicenca terminen siendo más jugosas y atractivas.

Otra de las cosas interesantes que se abordan en la serie es la unión de Álex Pina y Andy Harries, productor de «The Crown», que hacen que se mezclen dos culturas distintas, la anglosajona y la española. La calidez española se complementa perfectamente con la frialdad y racionalidad inglesa. Es importante decir, que la serie no tiene un idioma principal, sino que se realiza tanto en español como en inglés, evidenciando esta mezcla cultural.

Cuenta con un reparto muy variado, con actores españoles y británicos: Nuno Lopes, Daniel Mays, Marta Milans, Laura Haddock y Juan Diego Botto, uno de los rostros más conocidos del cine español. A cada uno de ellos le han otorgado una personalidad muy marcada que puedan hacernos sentir identificados. Pina afirmó, «el pilar de la serie es el hedonismo» (dicho de la doctrina moral que establece el placer como fin superior y fundamento de la vida). La ficción logró ocupar el segundo puesto en el Top 10 de las más vistas de Netflix. Incluso, se ha coronado en los tops de países como Reino Unido, Alemania, Holanda o Nueva Zelanda.

Dos de sus personajes principales, Zoe Collins y Boxer, dan un giro a lo largo de la serie y podemos ver cómo ambos se desmarcan completamente de la personalidad que los definía en un inicio, llegándose a cuestionar si la vida que tienen es la vida que quieren realmente. 

La familia Los Calafat son otro de los puntos a favor de la serie, que representan la ambición y el ambiente tóxico. Los vistazos que tenemos de Tom Rhys Harries como Axel son impactantes, lo cual determina bastante el curso de muchas aquellas subtramas que podemos apreciar, donde nunca decae el ritmo.

La serie habla de cómo hemos cambiado, de lo genuinos que pudimos llegar a ser y lo que en realidad somos. La ambigüedad moral es otro de los elementos clave, haciéndola así tan luminosa como divertida por momentos, pero que a la vez encierra una parte muy oscura.

Los paisajes paradisíacos de la isla adornan perfectamente a una ficción clásica de drogas, negocios turbios, sexo y suspenso, pero con un elenco de calidad que le da un marco alto para resaltar entre tanto que nos ofrece la plataforma de streaming.

A lo largo de sus capítulos, «White lines» juega con varios géneros, convirtiéndose en un híbrido, por un lado, un thriller más que interesante, y por otro una búsqueda de la propia identidad de los personajes. Nos presenta un escenario lleno de secretos, represiones, soledades, vida sin límites y sus consecuencias. De aquellas decisiones que determinan nuestro destino, quiénes somos y quiénes seremos, exorcizando nuestros propios demonios y siendo así realmente libres.

Tráiler:

 

Noelia Giacometto

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *