«Arnold»: Viaje a lo profundo de un ícono de los ’80
Hace poco Netflix anunció que Arnold Schwarzenegger sería el nuevo «Director de acción» de la plataforma de streaming, y junto con la noticia se estrenaron algunos contenidos relacionados con uno de los íconos de acción más grande de Hollywood. El primero de ellos es una serie de ficción titulada «Fubar» que se centra en un agente de la CIA que acepta una última misión antes de retirarse y la otra es una miniserie biográfica que hace un repaso por la vida del artista.
Esta miniserie probablemente sea la más interesante del par, ya que no solo rinde homenaje a la figura del actor de origen austríaco, sino que cada capítulo va profundizando en una de las distintas facetas por las que atravesó a lo largo de su vida. La misma está compuesta por tres episodios, uno destinado a sus comienzos como campeón de fisicoculturismo y su dura infancia en Austria, el segundo su llegada a EEUU y su camino hasta posicionarse como una de las estrellas más populares de los años ’80 y finalmente, el tercero, su traspaso al ámbito político y cómo fueron sus años como Gobernador de California.
Resulta bastante sorprendente el camino recorrido Schwarzenegger desde su infancia con un padre abusivo en Austria (ex militar y miembro del partido Nazi), pasando por su triunfo en el mundo del fisicoculturismo que lo llevó a conocer a uno de sus ídolos, Reg Park, un campeón de la disciplina que luego hizo el traspaso a la pantalla grande convirtiéndose en Hércules, rol y personaje que lo llevaron al pequeño Arnold a anhelar algo similar; hasta emigrar a los EEUU y comenzar desde cero a convertirse en un ícono que trascendió en el deporte, el cine y la política. Es de esas historias que parecen ficción y que uno normaliza por haber presenciado parte de la misma a lo largo de las últimas décadas.
Si bien uno puede decir que el documental parece ser bastante benevolente con la figura de Arnold (de hecho, más allá de testimonios de distintos allegados del artista, el hilo conductor es el propio Schwarzenegger narrando los hechos y por momentos haciendo catarsis) hay ciertos aspectos desconocidos de la figura y ciertas cuestiones que lo ponen en jaque que le añaden un poco de dimensión a esta excusa para celebrar la mítica figura de la estrella.
Mientras uno lo ve fumando habanos, manejando un tanque o sumergido en su jacuzzi, el actor nos cuenta desde su infancia hasta sus años en el ejército el cual abandonó para ir a las competencias de fisicoculturismo internaciones tales como «Mr. Universe» y «Mr. Olympia». Luego se mencionan los comienzos turbulentos en el ámbito interpretativo y cómo pese a las opiniones ajenas prevaleció su perseverancia para lograr el ascenso al estrellato en la industria hollywoodense. Su rápido ascenso luego de «Stay Hungry» de Bob Rafelson, «Conan el Bárbaro», de John Milius y, la explosión total que significó trabajar junto a James Cameron en «Terminator» y más adelante en «Mentiras Verdaderas». También se menciona su sana rivalidad con Sylvester Stallone, el otro ícono de la década, e incluso participa con algunas intervenciones como entrevistado. Quizás el segundo episodio sea el más interesante de los tres, ya que si bien es la faceta más conocida de Arnold, escuchar sus recuerdos de aquel periodo y ver el impresionante material de archivo que reúne la serie, hace que toda la experiencia valga la pena.
Luego en el tercer capítulo habla sobre cómo una persona totalmente ajena a la política y con un profundo desconocimiento del ámbito termina convirtiéndose en gobernador de uno de los estados más importantes de EEUU. Allí nos brinda una fresca mirada sobre esos ocho años, donde tuvo que aprender a lidiar de una forma más diplomática ante las adversidades e incluso a dejar de lado ciertos preconceptos y valores para solucionar problemáticas de las personas. Es en ese episodio en el cual Schwarzenegger revela y hace un mea culpa de su hijo de un amorío extra matrimonial e incluso habla sobre algunas acusaciones de abuso sexual que surgieron mientras se postulaba como gobernador. Allí admite haberse equivocado en su comportamiento, pero también alegando que no todo lo que se dijo era verdad.
El documental comienza con un tono jocoso y termina abordando ciertas temáticas un poco más serias, pero en todo el trayecto Arnold se muestra abierto a debatir tanto sus momentos buenos como malos, como si se tratara de una sesión de terapia donde reconoce sus errores y donde enfrenta sus momentos más duros, así como también sus recuerdos más felices. En síntesis, la miniserie sirve para profundizar en el Schwarzenegger deportista, el actor, el político pero también la suma de todos esos, el Arnold humano con aciertos y fallas.
Tráiler:
Martín Goniondzki