«Killing Eve», una historia que se va agotando

Ayer se terminó la tercera temporada de «Killing Eve», una serie que comenzó dos años atrás y que nos conquistó por una trama entretenida, pero sobre todo por la química e interpretación de sus protagonistas, quienes lograron elevar esta historia de persecución entre una agente y una asesina a sueldo. (ATENCIÓN: Este artículo contiene spoilers).

Sin embargo, esta vez nos encontramos con una temporada bastante floja. La entrega comienza después de los hechos del final de la segunda parte, que nos dejó a todos boquiabiertos, pensando en que Eve probablemente había muerto. Sin ser eso posible porque sino no había más justificación de seguir la serie, se recupera y se aleja de su antigua vida. Comienza a trabajar en un restaurante y en su tiempo libre visita a Niko que está en un hospital psiquiátrico, consecuencia de los hechos cometidos por Villanelle. Sin embargo, volverá al ruedo cuando presencie el asesinato de alguien muy cercano para investigar quién se esconde detrás de su muerte. Por su parte, Villanelle quiere ascender en el negocio, pero a la vez está cansada de su vida actual.

Si bien la tercera temporada arranca con un primer capítulo impactante, no logra recrear la magia y esencia característica de la serie. Como decíamos al principio, lo mejor que tiene «Killing Eve» es la química de sus protagonistas y la evolución del vínculo de sus personajes. Mientras que en la primera entrega nos fascinaba la obsesión a la distancia que se tenían entre sí, en la segunda pudimos verlas trabajar juntas, brindándonos unos cuantos buenos momentos. En esta oportunidad, y debido a la historia que se fue desarrollando, donde ahora los personajes deberán transitar un duelo alejadas, no tenemos un vínculo muy fuerte entre las dos. Si bien la obsesión sigue vigente, no es tan potente como antes.

Es por eso que los capítulos se vuelven bastante repetitivos, y hasta por momentos algo aburridos. Se centran más en el asesinato ocurrido que en la relación entre ellas dos, con la incorporación de más personajes secundarios u otros ya conocidos que adquieren mayor peso narrativo, haciendo que se apague un poco la chispa que mantenía viva a la trama.

De todas maneras, Jodie Comer nos sigue ofreciendo algunos de los mejores momentos de la serie con su psicópata Villanelle. En este caso, tenemos hasta un capítulo dedicado a ella donde conocemos un poco de su historia y su pasado. Es así como notamos una evolución de los personajes hacia otros horizontes: ella quiere ascender en este mundo de asesinos, pero a la vez las muertes ya no la llenan como antes y quiere finalmente tener una vida moderadamente normal.

Hacia el final de la temporada, la serie va recuperando un poco su dinamismo, cuando exponen a los personajes a un peligro mayor y cuando ambas historias se van relacionando cada vez más por obra del destino. Sin embargo, no logra levantar el nivel de la temporada. Tal vez la próxima nos ofrezca algo mejor.

En síntesis, si bien tenemos algunos chispazos entre las protagonistas y momentos divertidos, la tercera temporada de «Killing Eve» no está a la altura de sus antecesoras. Resulta ser la entrega más floja debido a no tener una trama tan interesante y dejar en un segundo plano eso que elevaba a la serie: la química entre sus actrices. De todas formas, ya está confirmada una cuarta temporada. Esperamos que puedan darle alguna vuelta para que la serie vuelva a ser lo que una vez fue.

Tráiler:

 

Samantha Schuster 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *