«Cowboy Bebop»: Un viaje por la galaxia con altibajos

Netflix estrena la adaptación del clásico anime creado por Hajime Yatate. Una historia que mezcla la ciencia ficción con el neo-noir y que presenta un grupo de personajes variopinto que se convirtió en un ícono no solo de la animación japonesa sino de la cultura pop de los ’90.

La primera pregunta que surge al ver la nueva versión de «Cowboy Bebop» es: ¿Era realmente necesario tener una remake con actores reales de esta historia tan ecléctica y personal de la animación nipona? Si tenemos que dar una respuesta rápida, probablemente sea una negativa instantánea y viendo el resultado puede que uno no haga más que confirmarlo.

Viendo los intentos de la industria hollywoodense por adaptar anime (y a veces los mangas en los que están basados dichas series) al ámbito norteamericano no hubo buenos resultados, solo basta en pensar en «Dragonball: Evolution» (2009) o «Death Note» (2017), como ejemplos de producciones olvidables que no lograron emular la magia de las producciones que adaptaban. Después hubo intentos algo fallidos pero interesantes como «Ghost in the Shell» (2017) o «Speed Racer» (2008), y algunas producciones que fueron correctas y no más que eso, pensadas para un público algo más infantil como es el caso de las recientes «Alita: BattleAngel» (2019) y «Detective Pikachu» (2019).

«Cowboy Bebop» generaba cierta expectativa en la audiencia porque representaba un nuevo enfoque hacia este tipo de adaptaciones, en primer lugar, por ser adaptada al mismo formato de serie de tv, y porque, además, según sus avances y lo que se puede ver en la serie misma, iba a tratar de ser más fiel al material original. Y como bien se sabe esto representa una espada de doble filo en muchos casos, donde la adaptación de André Nemec y Jeff Pinkner, no resulta salir del todo airosa.

Para aquellos que no estén familiarizados con la historia, «Cowboy Bebop» sigue a Spike (John Cho), Jet Black (Mustafa Shakir) y Faye Valentine (Daniella Pineda) a bordo de la nave que inspira el título (la «Bebop»), los cuales forman una especie de grupo de cazarrecompensas persiguiendo todo tipo de criminales peligrosos a lo largo y ancho de la galaxia. Esta vida difícil y vertiginosa es la que eligieron casi involuntariamente para huir de sus pasados. Poco a poco irán metiéndose en una red de trabajos relacionados, los cuales los podrán llevar a salvar al mundo o a varios de ellos. Es mejor no decir mucho más para aquellos que quieran zambullirse en este mundo tan ecléctico como entretenido.

Los fans de la serie original y los que descubrirán la historia con esta nueva reversión, se encontrarán con varias historias representadas en el anime original pero llevadas a la época actual con ligeros cambios. Algunos entendibles y otros algo forzados. La serie de 1998 se caracterizaba por tener un tono solemne, algo melancólico y un ritmo pausado que se encontraba a mitad de camino entre el western y los standards de Jazz que resonaban de fondo. En esta oportunidad, y producto de los tiempos vertiginosos que nos acechan, el ritmo es más ligero, las conexiones entre los personajes se dan de forma más apresurada y hay mucho más espacio para la acción y la comedia (no es que la original no los tenga, pero estaban mejor dosificados que en su versión moderna). A su vez resulta extraña la decisión de separarse notoriamente en esos aspectos, pero calcar tantos otros como: ciertos arcos argumentales, los entornos, las vestimentas, e incluso varios recursos estéticos y estilísticos que parecen funcionar de maravilla en el anime pero que en live-action se ve algo forzado.

Siendo sinceros, esta adaptación de una serie que tiene más de 20 años tiene que ser aggiornada y llevada a la actualidad con los cambios sustanciales que se dieron en la sociedad moderna. Posiblemente, algunas de esas «licencias» iban a ser tomadas de mala manera por el fandom y otras no tanto, como en toda obra que trasciende y adopta un status de culto. Eso ya pone cierta presión sobre la manera de volver a contar la misma historia. La química entre el trío protagónico fue llevada a buen puerto en estos 10 episodios de entre 40 min y una hora que nos ofrece Netflix, y es quizás una de las cosas más logradas de la adaptación (a pesar de que no siempre Shakir y Cho den con la esencia de sus personajes). Lo que llama un poco la atención es la puesta en escena, el diseño de producción que si bien opta por ir hacia una recreación algo plástica y exagerada como se podía ver en la adaptación comiquera de «Sin City» (2005), aquí no logra dar del todo en la tecla con ese objetivo, sino que se siente bastante artificial y acartonado por demás, sin transmitir ese imaginario cyberpunk, retrofuturista y neo-noir de la serie original.

En síntesis, «Cowboy Bebop» (2021) se siente como una producción despareja que tiene sus aciertos y sus fallas (varias). Su afán de emular (y por momentos calcar) a la serie original la sacan del objetivo de brindar una historia atractiva, con personajes queribles y una impronta propia. Al mismo tiempo la historia busca separarse en tono siendo más llevadera y humorística, apartándose de la sustancia y la reflexión inherente a la original, y eso la lleva a entretener, pero no a aportar mucho más que un divertimento pasatista. Como mencioné anteriormente la marca del anime y la decisión de ser fiel al mismo, puede ser un arma de doble filo, e incluso más cuando no termina de decidirse si ser totalmente similar o distinto. Quizás la mayor virtud de este proyecto esté dada en que muchos espectadores curiosos descubrirán la serie original tras su visionado, la cual por supuesto es superior a esta reversión.

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *