Critica de «Annie Hall» de Woody Allen (1977)

No es necesario ver muchas de sus películas para conocer sobre la locura de Woody Allen; su tan famosa y polémica historia personal habla por sí sola. Bajo mi punto de vista hay que buscar separar a la obra del artista (o en términos de la teoría de la enunciación, “muerte del autor”), para así apreciar a la obra como tal y buscar entender como solo una mente que no es “normal” logra romper con las barreras de la narrativa clásica para dejarnos un producto tan distinto como excelente.

No es por nada que, a pesar de tantos escándalos personales completamente repudiables, Allen sigue teniendo un público que le es sumamente fiel y no deja de ser considerado uno de los más grandes directores de la historia del cine. Creador de obras maestras que llevan un estilo que le es sumamente propio, rompiendo todo tipo de anclaje a los recursos narrativos del cine clásico, y así en cada una de sus películas presenta algo diferente que explorar.

Llegó a los Oscars por primera vez con «Annie Hall» en la celebración de 1978, en la que el largometraje ganó 4 Oscars; Mejor Actriz para Diane Keaton, Mejor Director y Mejor Guion para Allen y Mejor Película (como si fuese poco) para todo el equipo. En este trabajo el hombre en cuestión despliega toda su creatividad para generar una narración con un estilo distintivo y divertido.

Este film cuenta una historia de amor; que podría concebirse como “autorreferencial”, entre el neurótico comediante judío (factor al cual vuelve constantemente) Alvy Singer con Annie Hall, una joven insegura que aspira a ser cantante, a quien conoce luego de dos matrimonios fallidos que lo llevan a la idea/chiste de “no salir con una mujer que esté dispuesta a salir con él”. Aquí vamos viendo pasar a la relación por todas las etapas que en nuestra cultura concebimos como “esenciales” para un romance que no prospera como tal, pero si como una experiencia trascendental en la vida de ambas partes. Desde un inicio a puro amor, un estancamiento con un distanciamiento y un reencuentro que despierta todo el cariño que se le tiene a la otra persona, aunque no devenga en lo carnal.

Comienza con el protagonista, interpretado por el mismo director, rompiendo la cuarta pared y por lo tanto, con una de las convenciones más estrictas del cine que es la de dar la ilusión de que hay barrera que “separa” al relato de su audiencia, es decir que la narración es independiente de quien la está observando. Este recurso recurrente en la obra en momentos muy puntuales que nos hacen salirnos de la historia para que traslademos esa situación a nuestras experiencias a partir de lo cómico. También quiebra con la temporalidad para llevarnos como espectadores a distintos momentos de la relación o de la vida del protagonista y así hacernos comprender mejor la situación de un modo alternativo.

Ambientada en Nueva York, el film puede aparentar contar una historia cliché de una manera poco convencional. Pero esto no es así, yo considero que en su estructura, está contada en tres dimensiones a la vez, las cuales nos dejan entrever al relato bajo una forma y contexto determinado. En primer lugar, parte de la relación entre Alvy y Annie puede ser entendida como una autorreferencia a distintas experiencias románticas vividas por el director y muy probablemente por la audiencia también. Esta dimensión se puede entender como el contexto en el cual se encuentra el segundo nivel, la neurosis personal del protagonista quien tiene una mirada simple y a la vez rebuscada de su mundo y a la audiencia le cuenta las cosas tal como las piensa. Este sujeto puede ser entendido como una ventana a través de la cual el director nos muestra su pensamiento sobre la sociedad norteamericana, principalmente la del ciudadano medio neoyorquino, a quienes ve como gente mediocre que aspira a ser importante pero no logra salir del molde.

En conclusión, «Annie Hall» es una película que cuenta una historia común, pero con una complejidad que puede leerse de varias formas y cada quien elegirá cual prefiere, en mi caso es el de una visión sobre la sociedad neoyorquina. Es una narración que apela a recursos que rompen las convenciones clásicas del cine y, de esta forma, logra atraparnos y llevarnos a través del relato haciéndonos reír a carcajadas.

Puntaje: 

 

 

Tráiler:

 

Juan Pablo Molina

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