Crítica de «Arturo a los 30» de Martín Shanly (2023)
El director de «Juana a los 12» (2014) nos ofrece una mirada agridulce y tragicómica sobre la adultez, a través de un personaje que de alguna manera no termina de madurar o en cierto sentido se resiste a hacerlo.
El largometraje se centra en la figura de Arturo (el propio Martín Shanly) que camino al casamiento de una amiga, se ve envuelto en un accidente automovilístico del cual sale completamente ileso. A partir de esa experiencia cercana a la muerte, comienzan a desatarse una serie de flashbacks de sus años previos, que lo obligan de alguna manera a reconocer y/o afrontar duelos postergados así como también reconocer ciertos errores propios o darse cuentas que algunas cuestiones cambiaron para no volver a ser las mismas.
Realmente es sorprendente como Shanly logra captar la esencia del ser humano a través de experiencias tanto cotidianas como extraordinarias de una forma tan casual e inspirada que consiguen transmitir tanto la angustia y la frustración del protagonista, así como también sacarte unas cuantas carcajadas ya sea por la incomodidad o por momentos sumamente logrados a nivel comedia.
La estructura narrativa del film es otro de los grandes aciertos del relato, ya que van revelando poco a poco, mediante los flashbacks que se mezclan con el presente de Arturo, esos momentos trascendentes que condicionaron la vida del personaje y que lo llevaron a ese estado de «niño grande» en el cual se ve enfrascado en la actualidad. Eso da un puntapié a varios momentos desopilantes como cuando va a ver el ensayo de la excéntrica obra de teatro de su cuñada (la siempre destacable Paula Grinzpan) donde hay una participación especial de Pilar Gamboa, así como también varios enredos y situaciones que destacan por su solvencia y su frescura.
Shanly sabe retratar tanto la angustia como la neurosis de sus personajes, pero también sabe cómo sacar a relucir el absurdo en los momentos menos esperados. Lo interesante es que, pese a los cambios de la comedia al drama, así como también de los momentos más solemnes a los absurdos, se logran con una sutileza y una liviandad que lo vuelven tan realista como habitual. Las conversaciones o incluso el retrato de los primeros momentos de la pandemia dotan al relato de una cualidad única que es producto de una lograda mirada de su director.
«Arturo a los 30» es una propuesta incatalogable en el buen sentido, ya que se aleja del convencionalismo de las comedias costumbristas para brindar algo totalmente único y con un estilo particular. Shanly brilla en su doble papel como director y protagónico en una comedia dramática con mucha personalidad.
Puntaje:
Tráiler:
Martín Goniondzki