Crítica de «Avengers: Infinity War» de Anthony Russo y Joe Russo (2018)

El cine de superhéroes tiene que enfrentar a su peor enemigo, la saturación y el agotamiento del espectador. Es por eso, que Marvel sabe que es el momento para el evento más importante de su década de vida; instante en el cual nuestros héroes tratarán de evitar que un temible y todopoderoso individuo reúna las llamadas gemas del infinito y se convierta en el ser más omnipotente del universo. Es así, que los hermanos Anthony y Joe Russo armaron esta película inspirada en «The Infinity Gauntlet» (1991) e «Infinity» (2013), dos grandes historias pertenecientes al mundo de las viñetas.

Después de diez años del comienzo del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) y de una larga lista de 18 películas que anteceden a ésta, logrando relatos de mayor o menor calidad, llega la tercera entrega de los Avengers, los superhéroes más poderosos de la Tierra, quienes deberán enfrentarse al temible Thanos, un poderoso ser que amenaza con destruir el universo. Si con «Captain America: Civil War» (2016) el público se fue conforme con algunas dudas y «Thor Ragnarok» (2017) tapó sus baches a fuerza de un humor exagerado e insoportable, es «Infinity War» uno de los pasos más firmes que dio el estudio de este lado de «The Avengers» (2012). Una propuesta entretenida, trepidante y capaz de brindar ciertos elementos que venía necesitando este MCU.

Y es que estas películas necesitaban de un buen villano para poder ser algo más. A veces, es más importante o le da más profundidad al film tener un antagonista fuerte y bien definido que un héroe. Thanos (Josh Brolin), por lo pronto, es una lograda fuerza opositora, que se presenta con un frenesí implacable y avasallante. Poco a poco, la cinta irá revelando información de su persona y ahí cobrará fuerza la historia para hacernos sentir que los héroes pueden llegar a estar en serios problemas.

La trama es sencilla y su única complicación está presentada en la gran cantidad de personajes que tiene que manejar, y el equilibrio que intentan darle los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely, para que cada papel tenga la oportunidad de lucirse/aparecer en el relato. La búsqueda de alternancia entre un grupo de protagonistas y otro provoca que por momentos el largometraje se sienta demasiado extenso y poco armónico. Recordemos que esta película se ubica temporalmente luego de «Civil War» y los Vengadores se encuentran todavía divididos. También, personajes como Thor o los Guardianes de la Galaxia están en otra locación, ya que ellos no pertenecen al planeta Tierra. Es así que, en líneas generales, la cinta funciona más allá de que puedan prolongarse demasiado ciertas reuniones o situaciones determinadas.

Otro aspecto a tener en cuenta tiene que ver con la utilización del humor o el Comic Relief para generar cierto alivio de la tensión de los momentos dramáticos, algo habitual en Marvel, que a veces funciona y otras veces no por la enorme cantidad de gags empleados a lo largo de toda la obra. En esta oportunidad, aparece bien dosificado en la primera mitad y un tanto exagerado en la segunda, generando algunos instantes anticlimáticos.

Con respecto al elenco, ya no hay mucho que decir, los intérpretes conforman un grupo bien afianzado, donde cada vez se agregan más personajes que logran incorporarse a esta caterva de estrellas que tienen la química necesaria para afrontar la ciclópea tarea de contar una historia de estas proporciones. La adición de Brolin es algo estupendo para que estos héroes puedan tener una contrapartida acorde y sólida.

Por el lado de los aspectos técnicos, cabe destacar el gran trabajo en relación a los efectos especiales y los efectos visuales, que estuvieron a cargo de la siempre genial Industrial Light & Magic («Star Wars», «Jurassic Park», «Harry Potter»). Asimismo, resulta excelsa la tarea coreográfica de las peleas, como así también el compromiso asumido por los dobles de riesgo o stuntmen. La banda sonora de Alan Silvestri sigue la línea de las «Avengers» anteriores y, sin ser descollante, está bien presentada y utilizada.

En síntesis, «Avengers: Infinity War» es un film que por ahí tiene algunos problemas con la enorme muchedumbre de interlocutores que presenta, pero que se beneficia en líneas generales de la espectacularidad ofrecida. Una película tremenda y gigante en todo sentido, lo cual a veces puede ser increíblemente abrumador. «Avengers 3» representa un atractiva  y entretenida propuesta pochoclera que, si bien tiene algunas cuestiones argumentales que no terminan de cerrar, y algunos aspectos del personaje de Thanos que deberían haberse desarrollado en cintas anteriores antes de introducir flashbacks forzados, termina cumpliendo con lo que promete. Mucha acción, efectos especiales increíbles, protagonistas atrayentes y ciertos elementos inesperados en un film de la factoría Marvel.

Bonus Track: Atentos a la escena post créditos que no solo es una de las mejores de Marvel, sino una de las más significativas para lo que va a venir.

 

Puntaje:

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

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