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Crítica de «Bailarina» de Len Wiseman (2025)

Una franquicia tan exitosa no iba a dejar que pequeños detalles como los del final de su cuarta entrega eviten que se continúen produciendo películas en su delirante universo de asesinos. Ubicada cronológicamente entre «John Wick 3″ y la «última» entrega de la saga, este spin off permite regresar a los fans de las mejores coreografías de acción de Hollywood y las luces de neón al mundo que ayudó a revalorizar el género en la última década.

Ana de Armas protagoniza en el rol de una joven que intenta encontrar su propio camino mientras completa su entrenamiento como asesina. Inspirada por el legendario sicario John Wick, comienza a rebelarse e investigar su propio pasado cuando el dueño del Hotel Continental la llevó siendo apenas una niña al sindicato criminal Ruska Roma. En el medio se topará con nuevos secretos del submundo de asesinos, con Norman Reedus en un papel demasiado pequeño para él e incluso un par de veces con nada más y nada menos que el ya mencionado Baba Yaga.

El mayor miedo que puede tener uno antes de ver esta película es que se trata de la primera entrega de la franquicia que no está dirigida por Chad Stahelski, pero su presencia como productor al igual que en el trabajo del equipo de stunts se sienten bastante al momento de disfrutar de la cinta. El nuevo director es Len Wiseman, conocido por las películas de «Underworld». Si bien el estilo de Stahelski ayudó a separar y destacar a las John Wick del resto de las ofertas de acción, afortunadamente el esfuerzo conjunto con Wiseman no reduce la calidad de coreografía ni la cantidad de adrenalina.

El viaje particular del guion del proyecto es que fue escrito apenas el guionista Shay Hatten vio el trailer para «John Wick 2″, logrando que el estudio de la saga no solo comprase su guion sino que lo sumara para escribir la tercera y eventualmente cuarta película. Como resultado, este es un desvío narrativo que se siente extrañamente congruente con el resto gracias a que los nuevos nombres se sumaron a la producción de las secuelas con anterioridad y que se mantienen las figuras claves de las originales. Punto clave es que incluso goza del regreso en pantalla de Keanu Reeves, que termina teniendo un rol un poco mayor a lo que podría haberse esperado. La otra cara de la moneda es que el personaje de Norman Reedus sin dudas tiene muchísimo menos peso del que debería, al punto de que tranquilamente el magnetismo indudable del actor podría propinar que se continúe la mamushka de spin offs dándole algún proyecto propio a su personaje.

Pero entre tantas gratas sorpresas, el mayor alivio es que Ana de Armas finalmente ha caído en una producción que le ofrece un protagónico revelatorio como protagonista de acción hecha y derecha. Su personaje es un tanto común en lo que a estereotipos se refiere, pero su interpretación ayuda mucho a mantenerla lo suficientemente interesante como para justificar que sea nuestra nueva mirada en este universo interminable de asesinos. Ni hablar de lo sobrada que se siente para ejecutar a la perfección la variedad de secuencias de acción, que para sorpresa de nadie pagan el precio de la entrada por sí mismas. Las peleas y tiroteos logran ganarse su lugar en una franquicia tan valorada por su calidad técnica, logrando además esa cuota de ridiculez pochoclera que ha convertido a todas sus entregas en semejantes éxitos.

En resumen, todo fanático de «John Wick» debería correr a ver «Bailarina». Cualquier entusiasta del género de acción va a tener por delante dos horas de un disfrute condimentado cada tanto por esas sonrisas de complicidad que las pelis de esta saga saben ganarse. Sus puntos más flojos vienen por los lugares un tanto comunes a los que lleva a su protagonista, siendo su particular punto bajo los momentos más genéricos de su entrenamiento como por ejemplo una misión transparentemente creada con la simple función de colocar allí algunas caras que vendan la película en mercados asiáticos. Pero gracias en parte a la colaboración en el guion de Emerald Fennel («Killing Eve», «Saltburn») y el carisma super competente de Ana de Armas, termina con una protagonista con personalidad suficiente como para que nos preguntemos si esta podría ser el comienzo de una nueva franquicia en sí misma. Por lo pronto, tras un paso incierto con la serie «The Continental», la franquicia de «John Wick» vuelve a recordarnos que el suyo es un sello de calidad para todo el público que disfrute de acción de la buena.

Puntaje: 


 
 
 
Tráiler:

 
Leandro Porcelli

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