Crítica de “Cada Día” de Michael Sucsy (2018)
“Cada Día” cuenta la historia de A, un ser que se despierta todos los días en un cuerpo diferente (mujer u hombre, de forma indistinta) y vive esas 24 hs como dicha persona. Pero su vida cambiará cuando se convierta en Justin y conozca a Rhiannon, la novia de este joven, con la que pasará una tarde muy especial y se terminará enamorando de ella. Es así como hará lo imposible por formar un vínculo que perdure en el tiempo.
En estos momentos que corren, una película como “Cada Día” es más que bienvenida. Basada en la novela homónima de David Levithan (2012), el film propone un concepto muy interesante sobre el amor. Nos enseña que uno se enamora de personas más allá de los géneros preestablecidos, que lo importante no es cómo nos vemos sino cómo somos internamente y que no podemos conformarnos con alguien que no nos ama como nos merecemos. Pero no solo habla de dichos sentimientos, también aborda la cuestión de ponerse en el lugar de los demás, que el tiempo es una construcción relativa, que hay que tratar de vivir cada día como si fuera el último y dejar una marca en quienes están a nuestro alrededor. Esto es importante sobre todo porque es una historia que apunta al público adolescente y joven, dejándole un mensaje positivo y reflexivo.
Sin embargo, a pesar de tener una propuesta relevante para nuestros días, su ejecución es un poco desprolija. En primer lugar, nos encontramos con un montaje sucio, sobre todo en sus inicios existen algunos pasajes de un momento a otro o de un día a otro que no se entienden del todo. Recién se logran comprender pasados algunos minutos, cuando la historia se termina acomodando. Más específicamente, A cambia de un cuerpo a otro, pero por la forma en la que están construidas las imágenes, nos hacen creer que todavía esto no sucedió y que sigue siendo la persona que era en la escena pasada; no existe ningún elemento o transición que nos indique que cambió de día.
Asimismo, por momentos el argumento se siente un poco repetitivo durante el segundo acto. Una vez que comprendemos las reglas del juego y hasta que llega el giro dramático final, las situaciones son reiterativas sin aportar un avance en el relato. Lo mismo ocurre con algunas subtramas que están poco profundizadas y no terminan haciendo una diferencia al eje central de la historia.
Por otro lado, la película no propone dar una explicación sobre la situación de origen que se plantea. No importa por qué A es de esta forma, ni cómo le sucedió esto, ni si existe un modo de solucionarlo. Este punto es bastante subjetivo e impactará en cada espectador de una manera distinta. Seguramente estén aquellos que quieran alguna respuesta a su interrogante, y otros que acepten que lo más importante de la historia es el viaje de los personajes. Se trata de un film de ciencia ficción/fantástico además de un drama romántico, así que no está mal no encontrarse con ningún cierre; dependerá del gusto personal de cada uno.
En cuanto al elenco, la actriz protagónica Angourie Rice («Dos buenos tipos») realiza una muy buena labor. Su personaje está muy bien construido, presentando en un comienzo una negación ante la situación, pero que luego va abriendo su mente y empieza a comprender una realidad algo compleja pero que sucede de verdad. El resto del equipo está muy bien también, logrando crear el personaje unificado de A, a pesar de que cambia el actor o actriz que lo encarna. Es positivo que ninguno de los roles caigan en clichés ni en prejuicios sociales; son papeles que identifican a una nueva generación de jóvenes.
En síntesis, “Cada Día” es una película para las nuevas generaciones y los tiempos de cambio que corren en estos momentos. Una historia que habla sobre el amor que traspasa géneros, la apertura de mente y la intensidad con la que vivimos nuestros días. A pesar de unas suciedades en su montaje y algunas repeticiones dentro de la trama, el elenco, la construcción de sus personajes y su mensaje reflexivo hacen que el film esté bien logrado.
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Samantha Schuster