Crítica de «Depredador: La Presa» de Dan Trachtenberg (2022)

Depredador es de esas figuras icónicas que aparecen cada tanto en el cine para contarnos una nueva historia. Hizo su debut en 1987, presentándose como una criatura alienígena que caza a sus presas humanas para convertirlas en sus trofeos, y luego tuvo diversas secuelas: «Depredador 2» (1990), «Alien vs Depredador» (2004), «Alien vs Depredador: Requiem» (2007), «Depredadores» (2010) y «El Depredador» (2018). Los resultados fueron bastante variados y disímiles, pero eso no impidió que siguieran sacando productos de este estilo.

Es así como ahora llega directamente a Star+ en Latinoamérica «Depredador: La Presa», una película de Dan Trachtenberg, quien debutó como director con «10 Cloverfield Lane» y que logra aplicar su experiencia de haber realizado un thriller tensionante en el film que ahora le compete.

Ambientada hace 300 años en la Nación Comanche, nos encontramos con Naru, una joven guerrera, buena rastreadora y curandera, que tiene una gran fortaleza y deseo de convertirse en una cazadora, al igual que los más legendarios que deambulan por las Grandes Llanuras. Sin embargo, los demás no la toman tan en cuenta y minimizan su rol. Cuando el peligro amenaza su campamento y muchos lo subestiman, ella se dispondrá a proteger a su gente. Pero a diferencia de lo que todos creen, no se trata de un animal salvaje y feroz, sino de un depredador alienígena evolucionado con un arsenal técnicamente avanzado. La disputa por el territorio y todo lo que hay en él será brutal.

«Depredador: La Presa» es un film que vuelve más a los orígenes del personaje que al intento anterior de volcarse más hacia la comedia, que no iba del todo con el tono de esta historia. En esta oportunidad, se presenta un thriller lleno de acción, con buenas coreografías de pelea, elementos de terror y tensión, que generará varios sobresaltos en momentos adecuados.

Todos los aspectos visuales, la ambientación de la Nación Comanche con paisajes desolados, donde el bosque y los animales son un peligro más; el CGI utilizado para construir a las criaturas salvajes y los efectos especiales que enaltecen la sangre y el gore, se encuentran al servicio de la historia para que genere diversas sensaciones en los espectadores. El diseño del Depredador cambia un poco pero mantiene un aspecto terrorífico. No tiene demasiada innovación en cuanto a la tecnología utilizada, pero también tenemos que tener en cuenta la época en la cual se sitúa el largometraje.

La trama puede resultar más sencilla que otros de los films de este estilo, pero en su simpleza también recae su efectividad. A veces es mejor quedarse en algo más lineal y no tan rebuscado pero que pueda contar una historia interesante, más profunda e igual de entretenida.

En este sentido, la cinta le dedica bastante tiempo a desarrollar al personaje principal, sus motivaciones y su lugar en la comunidad. Es una historia que toma la esencia del film original en cuanto al juego de cacería y al terror, pero también busca aggiornarse a nuestros tiempos, poniendo como protagonista a una mujer fuerte dentro de un espacio liderado por hombres, que tiene que demostrar que pertenece a aquel lugar y que puede realizar las mismas acciones que ellos. Conectándose de una manera bastante tangencial con la primera cinta, se preocupa por ahondar en las tradiciones y costumbres de los nativos americanos. Y, a pesar de usar el inglés en la mayor parte del film, los personajes también hablan en lengua nativa para mantener su identidad.

Tal vez llama un poco la atención que no nos encontramos con ningún actor conocido, aunque la figura de Depredador ya convoca por sí sola. De todas maneras, funciona mejor que esas películas donde solo se sustentan más por los famosos que por la trama y, además, esto permite que podamos apreciar más las actuaciones del elenco, con un gran trabajo de Amber Midthunder («Legion», «Banshee»), que pone todas sus habilidades físicas e interpretativas a la merced de su protagonista. Logra transmitir de buena manera su tenacidad, su fortaleza y las dificultades que tiene que atravesar por el simple hecho de ser mujer. Además, está bueno que la mayor parte del elenco sea nativo americano. No muchos de ellos tienen su desarrollo, pero sí funcionan como un todo para ejemplificar a la comunidad.

En síntesis, «Depredador: La Presa» es una sólida película dentro de la franquicia Depredador, que viene a revivir un poco la historia de esta criatura alienígena que tuvo varios altibajos a lo largo del tiempo. Acercándose más al tono del terror y la acción, nos brinda una trama de lucha y supervivencia con una protagonista femenina fuerte, momentos plagados de tensión y un buen despliegue visual que hace que todo cierre a la perfección.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster 

 

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