Crítica de «El Baile» de Ryan Murphy (2020)

El creador de productos televisivos de renombre como «American Horror Story», «Hollywood», «Glee», «American Crime Story» y «Nip/Tuck», decidió volver al formato de largometraje con la adaptación de un popular musical de Broadway llamado «The Prom».

Netflix sigue confiando en Ryan Murphy tras «The Politician», «Hollywood» y «Ratched» y decidió ponerlo tras las cámaras de uno de los musicales modernos más exitosos de Broadway con el objetivo de dar un mensaje esperanzador hacia los jóvenes que va bastante en consonancia con los temas que suelen habitar en sus relatos. Cuestiones como la inclusión, la diversidad sexual, la homofobia y la intolerancia de ciertos sectores de la sociedad norteamericana hacia la comunidad LGBT+, hacen que sea difícil pensar en otro realizador tan vigente como relevante para hacerse cargo de este relato teniendo en cuenta todos los antecedentes y las temas antes enumerados.

No obstante, quizás las expectativas jueguen un poco en contra y el resultado no sea el esperado, si bien igualmente podemos decir que estamos ante un relato entretenido y musicalmente inspirado. El largometraje se centra en dos estrellas de la escena teatral neoyorkina bastante egocéntricas, narcisistas y con delirios de grandeza. Ellos son Dee Dee Allen (Meryl Streep) y Barry Glickman (James Corden), ambos están prontos a estrenar Eleanor, una obra de teatro musical basada en la vida de Eleanor Roosevelt y esperan cosechar fama y premios en la temporada. Sin embargo, muy lejos quedan esas aspiraciones a los Tony y un éxito de taquilla cuando comienzan a llegar las primeras críticas, las cuales hacen hincapié en su histrionismo exacerbado y en su pedantería como artistas. La obra es cancelada tras su función de apertura y el dúo queda totalmente desolado. Así es como se les ocurre junto a Angie Dickinson (Nicole Kidman), una estrella en decadencia, y Trent Oliver (Andrew Rannells), un actor cuya carrera no logra despegar y toma otros trabajos para subsistir, buscar una causa solidaria para mostrarse ante el público y la crítica como personas socialmente comprometidas, empáticas y preocupadas por los temas de coyuntura. Este peculiar grupo descubre que Emma Nolan (interpretada por la joven talentosa Jo Ellen Pellman), una chica de un pequeño pueblo de Indiana fue tendencia en redes sociales debido a que en su escuela secundaria no la dejan asistir a su baile de graduación con su novia. Este grupo intentará acudir en ayuda de la joven, pero no de manera altruista sino para poder limpiar sus vapuleadas imágenes públicas.

«The Prom» es un film con buenas intenciones que busca dar un mensaje de inclusión y de aceptación, contrastando la usual visión más amplia proveniente de las ciudades frente a la concepción más conservadora de la América profunda. Al mismo tiempo se contraponen la superficialidad y lo artificial de la escena teatral de Broadway frente a la autenticidad y sencillez de los ciudadanos de las pequeñas urbes. Esto se ve especialmente retratado en la composición de la siempre maravillosa Meryl Streep en la piel de esta vanidosa actriz que encuentra consuelo y comprensión del director de escuela Tom Hawkins (Keegan-Michael Key) y en cómo va evolucionando la relación de ambos a medida que avanza la trama.

El problema de la película es que quizás está bastante repleta de lugares comunes, situaciones previsibles y giros claramente anticipables que hacen que el espectador pueda prácticamente predecir cómo va a terminar el film desde el mismo planteamiento del conflicto principal. Por el lado interpretativo, si bien destacamos el trabajo de Streep y de los impecables Rannells y Pellman, es quizás Corden al que se lo sienta un poco forzado en su versión del actor homosexual que todavía no puedo curar ciertas heridas del pasado. Igualmente, los interesantes números musicales, la impecable fotografía de Matthew Libatique («Black Swan», «Requiem for a Dream») junto con el habitual despliegue visual que podemos ver en el diseño de producción de los productos provenientes de Ryan Murphy terminan de embellecer y hacernos pasar un buen rato más allá de no ser demasiado original como película ni tampoco como musical.

«El Baile» es un film entretenido que se sobrepone a sus fallas gracias al talento de su elenco, la autenticidad de Murphy en el mensaje que quiere transmitir, así como también sus buenas intenciones. Una película que no resulta del todo original, pero trata de compensar eso con canciones pegadizas, un ritmo ágil y coreografías vistosas.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Martín Goniondzki

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