Crítica de “El hombre que sabía demasiado” de Alfred Hitchcock (1956)

Un ritmo rápido, mucha acción, con un misterio que resolver, ganchos para mantener en vilo al espectador, donde a mayor sea el peligro de determinada secuencia, mayor será el suspenso generado. Si mencionamos este tipo de relatos, hablamos sin dudas de Alfred Hitchcock, un pionero en los géneros cinematográficos de suspenso y terror psicológico.

«El hombre que sabía demasiado” es una remake de la versión británica de 1934, dirigida por Alfred Hitchcock y protagonizada por James Stewart, Doris Day y Brenda de BanzieDigamos que la primera película la hizo un aficionado con talento, mientras que la segunda la hizo un profesional.

Una familia americana, compuesta por el doctor Ben MacKenna (James Stewart), su mujer Josephine «Jo» Conway McKenna (Doris Day) y su hijo Hank  (Christopher Olsen), se encuentra pasando unas vacaciones en Marruecos. Tras la muerte de un espía en brazos de Ben, mientras visitaban el mercado de Marrakech, el matrimonio descubre que su hijo ha sido secuestrado. Sin saber en quién confiar, los MacKenna se ven enrollados en una angustiosa pesadilla que tiene que ver con una operación de espionaje internacional, intrigas y asesinatos.

Lo que da la sensación de encontrarnos ante un film familiar, unas simples vacaciones, accidentalmente se ven envueltos en un complot, convirtiéndose en algo más de lo que nadie hubiese esperado: Ben MacKenna, un hombre que sabe demasiado. El secuestro del hijo es el verdadero punto de inflexión en la historia, que los llevará a un juego peligroso.

El comienzo es interesante, posee las virtudes de crear misterio y tensión según avanza la trama, con notables pinceladas de humor. Hitchcock hace buen uso de cada elemento a cuadro para contar esta historia, cinta que será recordada por su música y el poder de los gestos. “Whatever Will Be, Will Be» («Que Será, Será»), el tema central de la pieza narrativa de envergadura, suena tres veces en la película, con muy diferentes intenciones. La magnífica interpretación de James Stewart, quien aporta distintos tintes psicológicos, y de Doris Day en un papel totalmente alejada de sus continuas comedias en que se la ve precisa, correcta y sorprendente en una actuación de lujo.

La película presenta una gran construcción de suspense, un guion para nada soso, una destacada fotografía de Robert Burks, que ofrece encuadres torcidos, planos cenitales y «travellings» de muy buena factura. Además de planos inverosímiles en un entorno enigmático y magnético, lo cual otorgaba una atmósfera más exótica y peligrosa.

Aunque con una resolución no del todo satisfactoria como debería, el film nos da un final abrupto, pero no se puede negar que en dos horas de duración uno se la pasa emocionado por lo que ve.

En síntesis, «El hombre que sabía demasiado» es un thriller de misterio envolvente, entretenido y a la vez ameno, con la carga justa de tensión dramática, donde este enredado asunto es llevado de forma hábil y certera. Aunque culminando posteriormente en un final demasiado convencional, aun así esta cinta es un tesoro del cine de intriga, vale la pena ver.

Puntaje:

Tráiler:

 

Noelia Giacometto

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