CINE

Crítica de «Hojas de Otoño» de Aki Kaurismäki (2023)

«Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos».

Esta frase bastante conocida de la novela «Rayuela» escrita por Julio Cortázar podría resumir un poco el espíritu de la más reciente película de Aki Kaurismäki, «Fallen Leaves» («Hojas de otoño» como se conoce en nuestro país). Tuvo su paso por el Festival de Cannes donde obtuvo el premio del jurado, como también fue elegida para ser la película de clausura del 38º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

Probablemente dicha decisión se deba a su simpleza, su estilo encantador de «comfort movie», tanto como su honestidad, el empleo de un humor tan particular y consciente típico del cine del director finlandés y finalmente por emprender una de las historias de amor más atípicas y significativas de los últimos años.

Esta comedia dramática se centra en dos individuos, Ansa (Alma Pöysti) y Holappa (Jussi Vatanen), ambos de clase trabajadora. Ansa trabaja en un supermercado como repositora mientras que Holappa es empleado en una fábrica. La mujer es despedida por llevarse alimentos vencidos, más allá de que el supermercado desechaba dichos comestibles y Ansa intentó explicar su accionar, mientras que Holappa es igualmente echado, debido a ser víctima de un accidente laboral en estado de ebriedad. Estos dos individuos llevan una existencia austera y solitaria en una Finlandia que parece perdida en el tiempo (las películas de Kaurismäki tienen un componente bastante atemporal por más que se sitúen en la época actual). Un buen día estas personas se conocen casualmente pero no vuelven a cruzarse hasta un tiempo más tarde. Como si fuera una cuestión del azar o el destino, volverán a toparse nuevamente teniendo una cita bastante exitosa. Poco después Holappa perderá el número de teléfono y pondrá en riesgo esa esperanza afectiva que habían depositado en el otro.

Kaurismäki vuelve a hacer uso de sus recursos como director para contar una historia simple y efectiva donde vuelve a recurrir a las variaciones de un mismo tema para seguir ampliando una obra que crece en madurez emocional, aunque sigue demostrando las mismas inquietudes como artista. No conforme con eso el director presentará un homenaje cinéfilo a Chaplin, al cine de Jim Jarmusch y de Bresson, entre otros.

La dupla protagónica hace un estupendo trabajo componiendo a este par de seres solitarios que comenzarán a entablar un vínculo atravesado por los imprevistos o infortunios del destino. Lejos de incurrir en una solemnidad o en una comedia romántica arquetípica, el finlandés le imprime su humor característico (especialmente a través del personaje del amigo de Holappa, Huotari, interpretado por Janne Hyytiäineny un costado melómano a la cuestión, ya que la música juega un papel preponderante en el film, desde el rockabilly y tangos finlandeses en un local de karaoke, hasta una banda de rock indie autóctona y la melodía de «Arrabal Amargo» de Carlos Gardel sonando en un bar.

«Fallen Leaves» es un relato sencillo, sin pretensiones y bastante pequeño en escala, pero inmenso a nivel cinematográfico que reflexiona sobre la soledad, los desencuentros y la cruel verdad del mundo laboral. Todo esto desde una perspectiva esperanzadora con mucho humor y plagado de situaciones divertidas que se derivan de confusiones y/o enredos que van atravesando los personajes. Su look visual es otro de los grandes aciertos que le dan esa apariencia atemporal y única que ubica a la trama fuera de tiempo y haciéndola tan universal como posible en cualquier época donde esa historia agridulce y melancólica cobra vida en este escenario de trabajadores explotados que buscan un refugio en el amor y la compañía. Una de las grandes películas de 2023.

Puntaje:


 

 
Tráiler:


 

Martín Goniondzki

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