Crítica de “La Ola” de Dennis Gansel (2008)
No cabe la menor duda de que la época del nazismo fue uno de los peores períodos de la historia alemana, el cual todavía continúa resonando en la vida cotidiana de sus habitantes. Pero… ¿fue un suceso de un instante en particular debido a la situación económica, social y política del país? ¿O es algo que podría repetirse? “La Ola” (2008) toma esta incógnita y la plasma en la pantalla grande para otorgarnos un resultado espeluznante.
Basado en el experimento “La Tercera Ola” y su posterior adaptación literaria, la película de Dennis Gansel se centra en un profesor de una escuela de Alemania que elige poner a prueba a sus alumnos tras la seguridad de ellos de que un régimen como el presidido por Adolf Hitler no podría volver a suceder. Es así como les propone armar un grupo con una identidad propia, con un líder y seguidores, que se verán cada vez más involucrados.
“La Ola” es un film que aborda la temática del nazismo desde otro lugar. No busca indagar sobre el pasado, conocer acerca de lo sucedido, sino que intenta descubrir si es algo particular de una época o, si después de tantos años y reflexiones, todavía podría ocurrir algo similar. Es así como demuestra lo endeble que puede ser el ser humano y su memoria colectiva, sobre todo dentro del pueblo alemán, cuyas generaciones que ni siquiera vivieron de cerca la guerra sino que aprendieron sobre su historia a través de libros, testimonios o material cinematográfico, tienen muy presentes los acontecimientos. Además, manifiesta la importancia dada por el hombre a los grupos de pertenencia, cómo a veces se puede perder la individualidad en pos a formar parte de algo mayor a uno. Esto provoca que el espectador reflexione sobre su posición en una situación similar y que hacia el final del film quede impactado por su resolución.
La cinta va escalando en intensidad y en tensión, presentando un ritmo dinámico y frenético, con un punto de no retorno. Este clima se genera no solo debido a la cuestión narrativa, sino también a la utilización de la música, la ambientación y el vestuario (aspecto que se relaciona de una gran manera con la trama).
La historia es posible también gracias a la calidad actoral dentro del elenco, donde nos encontramos con personalidades disímiles, encarnando a distintos individuos dentro de la sociedad. Existen aquellos más propensos a pertenecer al grupo (sobre todo los que tienen carencia de afecto familiar o de amigos) y otros que son más reacios y realistas de lo que está sucediendo. De todas maneras, Frederick Lau es quien más se destaca dentro del film, interpretando al papel más extremo y obsesivo.
Por otro lado, la película presenta ciertas metáforas interesantes, como la elección del Waterpolo como deporte escolar, donde por arriba del agua se ve algo más transparente y por debajo del mismo suceden cosas más violentas y profundas que no se pueden observar.
Si bien “La Ola” toma nuevamente el tema del nazismo para plasmarlo en la pantalla grande, lo hace de una manera totalmente diferente. Una película más orientada al público juvenil que, al igual que los protagonistas, tal vez no están tan interiorizados con los sucesos ocurridos en Alemania, pero que busca generar un impacto sobre el futuro de la sociedad y del mundo. Lleva a reflexionar acerca de lo pasado, qué es lo que queremos para los años venideros y cómo no podemos estar seguros ni confiados que lo que pasó fue algo de un solo momento.
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Samantha Schuster