Crítica de «Las Motitos» de Inés María Barrionuevo y María Gabriela Vidal (2020)

Ambientada durante los saqueos en Córdoba, donde la policía se lleva detenidos a varios jóvenes, conocemos la historia de Juliana, una chica que queda embarazada de su novio Lautaro. Sin ganas de ser madre a esa edad y teniendo como principal objetivo realizar su fiesta de 15, quiere abortar, pero tiene miedo de hacerlo con pastillas y la intervención es muy costosa. Así pasará sus días, ocultando un secreto, con una madre con la que no se lleva bien y una decisión que la carcome por dentro.

Inspirada en la novela «Los chicos de las motitos» de María Gabriela Vidal«Las Motitos» nos ofrece un coming of age sencillo pero sensible y emotivo, enmarcado dentro de un tumulto social, que le otorga un contexto particular para que la historia se desarrolle.

La película logra retratar de muy buena manera la vida cotidiana de la gente de un pueblo de Córdoba, como también las relaciones entre madres e hijos, hermanos y amigos. Principalmente lo podemos ver en el vínculo entre Juliana y su mamá, esa rispidez que existe en la adolescencia, sobre todo entre mujeres, donde las madres se preocupan por saber dónde están sus hijos, qué hacen o con quién andan; mientras que los hijos sienten eso como una asfixia y se creen lo suficientemente adultos para realizar su vida. En esta naturalidad y cotidianeidad los espectadores podrán verse reflejados, porque todos transitamos en algún momento de nuestras vidas por algo similar.

Al plasmar en pantalla esa compleja etapa de la vida que es la adolescencia, donde uno es chico para ciertas cosas pero grande para otras, el film propone reflexionar sobre la responsabilidades que cada uno tiene y las que tiene que afrontar por los actos que realiza.

Pero más allá de los conflictos que propone la película, como el embarazo adolescente, el aborto, los saqueos, el abuso policial, los vínculos familiares complejos, la historia no se ahoga en esos dramas profundos sino que presenta cierta belleza que florece en los detalles que celebran la vida.

Los personajes están muy bien construidos, las directoras no buscan juzgarlos o endulzarlos sino que simplemente los retrata como son, personas complejas, con grises, que hacen lo que pueden con las cartas que les dio la vida. Al igual que con los vínculos, el público podrá sentirse identificado con cada uno de ellos. En este sentido, debemos destacar la labor del elenco, que se encuentra muy bien en sus roles, sobre todo la dupla de los jóvenes protagonistas y las madres de ambos.

En síntesis, «Las Motitos» es una película simple pero honesta y sensible que busca mostrar la cotidianeidad de los habitantes de un pueblo durante un contexto complejo. Una historia que a pesar de tratar varios conflictos profundos y necesarios también busca darle cierta luminosidad a sus personajes. Un drama que no se ahoga en golpes bajos para retratar la realidad.

Puntaje:

 

 

Tráiler:

 

Samantha Schuster

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