Crítica de “Mary Poppins” de Robert Stevenson (1964)
Este jueves se estrena la secuela de “Mary Poppins”, “Mary Poppins Returns”, 55 años después de su lanzamiento en 1964. Es por eso que decidimos repasar lo que fue la película original y su significado luego de tantos años.
“Mary Poppins” fue dirigida por Robert Stevenson, producida por Walt Disney y protagonizada por Julie Andrews y Dick van Dyke. Con los guiones de Bill Walsh y Don Da Dagradi, la historia está basada en el libro homónimo de P.L. Travers.
La película musical cuenta la historia de la familia Banks, cuyo padre es empleado de un banco y solo le importa su empleo y la disciplina, que intenta inculcársela a sus pequeños hijos Jane y Michael, pero, como cualquier niño, ellos prefieren jugar y divertirse. Entre una de sus aventuras, la niñera de los chicos renuncia y es por eso que deben conseguir una nueva. Es así como Mary Poppins llega a sus vidas, una nana muy particular que ayudará no solo a los niños, sino también a toda la familia.
“Mary Poppins” es una película tanto para chicos como para grandes, es una historia familiar fuerte sobre un padre que intenta disciplinar a sus hijos, quienes carecen de afecto por parte de sus progenitores y con la llegada de Mary Poppins todo cambia. Los niños tienen permitido tener un mundo de fantasía y sueños, mientras que el hombre de familia aprende a ver lo importante de la vida. Asimismo, se pueden ver las condiciones económicas de la sociedad londinense de la época y las diferencias entre las clases sociales. Pero también es una historia de superación, que deja un lindo mensaje.
En cuanto a los aspectos técnicos, es impresionante la calidad de los efectos especiales, considerando la época. Al ser una película de fantasía, existen muchos momentos en los cuales se realizan “trucos”, además de la incorporación de personajes animados junto a los actores de carne y hueso.
La música ocupa un rol central dentro del film. Tenemos buenas coreografías, pero principalmente sobresale la banda sonora a cargo de Richard M. Sherman y Robert B. Sherman, con canciones épicas y memorables. También utilizan esas melodías como instrumentales para el resto del largometraje, las cuales crean los distintos ambientes y acompañan a los personajes (cada uno de ellos tienen su propio ritmo, cuando aparecen por ejemplo el padre, Bert o Mary Poppins escuchamos una música particular).
Asimismo debemos destacar las performances de Julie Andrews y Dick van Dyke, que actúan, cantan y bailan de una manera muy correcta, como también de los niños Karen Dotrice y Matthew Garber, que en todo momento plasman su sorpresa y diversión en sus gestos.
En síntesis, “Mary Poppins” es una muy linda película familiar, conmovedora y divertida, que proporciona un lindo mensaje, con canciones pegadizas y memorables que marcaron a diversas generaciones.
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Samantha Schuster