Crítica de «The Quiet Girl» de Colm Bairéad (2022)
Dentro de la categoría Mejor Película de Habla No Inglesa de los Oscars se encuentra «The Quiet Girl» que representa a Irlanda y que compite contra «Argentina, 1985» (Argentina), «Sin Novedad en el Frente» (Alemania), «Close» (Bélgica) y «EO» (Polonia). Tal vez no es la favorita ni la que más chances tiene de ganar pero vale la pena verla por su conmovedora historia y la buena actuación de su protagonista.
Basada en la novela corta «Foster» de Claire Keegan, «The Quiet Girl» es una de esas películas pequeñas y sensibles, que posa su mirada sobre Cáit, una niña de 9 años que vive en una familia bastante numerosa, pero que no le da la atención ni los cuidados que se merece, tanto por falta de dinero como de interés. Es así que frente a la inminente llegada de un nuevo hermano es enviada a la casa de unos parientes lejanos durante el verano. Allí encontrará una nueva manera de vivir y descubrirá algunos secretos familiares que estaban ocultos.
«The Quiet Girl» habla sobre el cuidado de los niños, la soledad, las dificultades para exteriorizar los sentimientos, la manera en la que experimentan los chicos lo que ocurre a su alrededor, la familia, entre otras cuestiones. Pero también, existe un halo de misterio alrededor de la historia que de a poco nos va tirando algunas señales para ir descubriendo, al mismo tiempo que la protagonista, lo que ocurrió en aquel lugar.
Con un ritmo algo pausado pero no monótono ni aburrido, la cinta va desarrollando el conflicto principal y presentándonos a esta niña tranquila, silenciosa, que experimenta la vida a su manera sin exteriorizar sus problemas, inquietudes o tristezas. Todo está contado desde su punto de vista. Por eso, muchas cuestiones familiares al principio se vuelven un poco confusas y las vamos entendiendo a medida que pasa el tiempo y ella se va asentando en su nuevo hogar.
El buen trabajo de Caterine Clinch como la protagonista es fundamental para que podamos empatizar con la pequeña desde un primer momento. Poco a poco se va soltando con estos extraños que le enseñan, la cuidan y la contienen como nadie lo había hecho antes. Todo esto lo plasma de una manera natural, brindándole más importancia a sus gestos que a sus diálogos. La interacción con el elenco adulto también está muy bien logrado y la reacción de ellos para con la niña por su falta de conocimiento o experiencia es honesta y contemplativa.
Los aspectos técnicos están bien realizados, principalmente su fotografía y la ambientación para generar un contraste entre la pobreza de la familia original y el mejor pasar económico que tenía está nueva familia. Lo mismo podemos verlo en las vestimentas de los personajes y en los objetos que utilizan.
En síntesis, «The Quiet Girl» es una película pequeña e intimista pero que consigue conmover al espectador a base de buenas interpretaciones, temáticas planteadas de modo sutil y honesto y una linda fotografía.
Puntaje:
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Samantha Schuster